Estamos cenando en la pequeña mesa de la sala, comida italiana. Jared no volvió a preguntar el porque de mi extravío, y lo agradezco.
—¿Qué te parece una ducha?
—Excelente. –respondo limpiando mi boca–. Sabes, hoy hablé con Nelly, mi mejor amiga sobre ti.
—¿Y qué dijo?
—Quiere conocerte.
—¿Se pondrá loca o algo así?
—Mas o menos. –me encojo de hombros.
—Si me aseguras que no me morderá dile que cuando quiera.
Río sin poderlo evitar, Nelly a veces puede ser un poquitín intensa, pero no es para menos, es la mayor de las tres aunque sea por un año y nos quiere cuidar.
—¿Me dirás por qué estabas sola en un lugar que no conocías?
Tomo otro bocado de tiramisú y me lo meto a la boca, asiento sin muchas ganas verdaderamente de contarle que sucedió, pero tampoco quiero que sienta que le oculto algo que en realidad debe saber.
—¿Recuerdas a Alexander?
Jared hace una mueca y golpea la mesita con sus dedos.
—Sí, lo recuerdo por desgracia. ¿qué hay con él?
—Hace como dos años él y yo... bueno ya sabes, nosotros...
—¿Sexo? –me interrumpe.
—Sí, sexo. Pero nunca quisimos llevarlo más allá y estuve de acuerdo, no quería nada formal de novios y esas cosas. –hago una mueca–. El caso es que, después de esos dos años Alexander se puso pesado e insistía en que lo lleváramos a otro nivel, más serio, como novios, y no quise, se suponía que no debía ser así, que nuestra amistad no se vería afectada y creo que así fue. Hoy en la tarde salimos porque debíamos ir a un aburrido curso, discutimos por lo mismo, insistió de nuevo y se enojó cuando le dije que... que había alguien más. Me pidió de una manera debo agregar muy grosera que me bajara del auto y lo hice.
—¡Hijo de puta! –espeta furioso, Jared se levanta molesto y luego suspira tranquilizándose–. Voy a partirle la cara a ese imbécil.
Me levanto y lo abrazo por la espalda, debería tener miedo de su reacción pero no es así, acaricio su abdomen desnudo y dejo un beso en su espalda.
—No te enojes, ya pasó.
—Pudo haberte sucedido algo, imagina el panorama si no supieras mi número de teléfono.
—Pero lo supe, estoy ahora a salvo contigo.
Jared se voltea y me abraza posesivamente a su cuerpo, besa mi frente y suspira nuevamente.copy right hot novel pub