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Una humana para el rey

Capítulo 49 – Reina

-Amelia, Amelia, Amelia ¿Tanto miedo me tienes? - la observo por unos segundos esperando a que ella emita alguna respuesta, pero solo hubo silencio de su parte, golpeo con fuerza el escritorio lleno de ira - ¡Responde! - grito Leopoldo

-No, mi señor -respondió Amelia con voz trémula, sentía el nerviosismo recorrerle todo el cuerpo

-Entonces ¿Por qué no me dijiste tú personalmente que mi querida Minesa viene en camino? - Pregunto malhumorado Leopoldo - pude haber preparado una hermosa bienvenida

-Lo siento mi señor - Amelia se puso de rodillas e inclino todo su torso ante el piso - Perdone mi falta

-Ahora necesito que alisten todo, comida, bebidas y un hermoso vestido para mi reina - hablo Leopoldo caminando de un lado al otro, con una sonrisa tonta - te perdono Amelia y solo será por la llegada de mi reina

Ella se levantó y asintió suavemente.

-Ella no le hace bien mi señor, ella es mala para usted - susurro llena de ira Amelia, sentía ganas de sostener fuertemente el cuerpo de Minesa y verla dar su último suspiro, verla morir, quería matarla y acabar con el obstáculo que era. Los planes están por ser frustrados.

-¿Qué dijiste? - Leopoldo observo a Amelia, ella hizo lo mismo, ambos mirándose fijamente

-Mi señor - Amelia se acercó a Leopoldo, tomo las manos de él y las beso desesperadamente - usted no debe amarla, ella lo hará sufrir, acabara con su vida, con su juventud, es una maldita, solo busca burlarse de usted y quitarnos la oportunidad de vengarnos, ella es una maldita - soltó aquellas palabras cargadas de ira y odio – matémosla - susurro suavemente

Con rapidez Leopoldo tomo del cuello a Amelia, esta intentaba zafarse.

-Nunca vueltas a insultar a mi reina, ¿Entendiste? - grito ferozmente Leopoldo La soltó con brusquedad, ella cayó al suelo y se tocó con dolor su cuello.

-Preparen mucha comida - Leopoldo salió del salón sin dar una mirada atrás, Amelia se retorcía de dolor en el suelo. Un dolor que la mataba lentamente. Su corazón anhelaba que Leopoldo no enloqueciera por Minesa, ella lo destruiría con su rechazo y el moriría por una ingrata, por una maldita humana.

Necesitaba acabar con ella.

Se levantó con dificulta del suelo.

Dirigió su mano hacia su vientre y lo acaricio.

-Ella morirá, ya lo veras hijo mío nada ni nadie se interpondrá a tu nacimiento, tu padre te amará. Lo hará - siguió tocando su vientre mientras lagrimas bajaban por sus mejillas, lágrimas de dolor, de ira, de odio y de muerte - la matare

(...)

Minesa elegantemente freno, el caballo relincho suavemente.

-Llegamos - susurro Doroteo Había llegado a aquella cabaña que albergaba a Leopoldo y a su amado Aleckey.

-Yo iré - hablo Jazmín

-Es peligroso - susurro Minesa - yo tengo un plan, solo hagan lo que les diga - necesito que sigan mi plan sin ninguna negación ¿Entendido? - todos asintieron suavemente

Minesa soltó un suspiro pesado.copy right hot novel pub

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