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Una humana para el rey

Capítulo 51 – Fantasía

El viento sopló suavemente acariciando su piel, sintió un cosquilleo y luego soltó una pequeña risa.

Ante la curiosidad le fue inevitable no entrar aquel lugar a escondidas, sabía muy bien que si la encontraban sería encarcelada o tal vez condenada a la horca.

No le dio importancia.

Sacudió aquellas ideas que en su cabeza rondaban y se concentró en su cometido.

Caminó sigilosamente hasta llegar al jardín, lleno de flores, de vida, de alegría.

Y fue entonces que lo vio, vio la flor de loto, aquella que buscaba, camino hasta ella y empezó a guardar muchas en su canasta.

Sonrió ante la idea de poder preparar su poción y así dormir cálidamente esta noche.

Sin miedo.

Sin tormentos.

Sin pesadillas.

Sin ningún recuerdo.

Pero ella no se percató que un joven hombre de mirada solitaria la observaba a la lejanía.

Aquel que había nacido con sangre real, aquel que era llamado príncipe Rodrigo.

Pudo percibir un aroma, tan exquisito, tan dulce, tan único que formo una sonrisa boba en sus labios.

Y caminó, con sigilo, con nerviosismo hacia aquella mujer no quería espantarla ni mucho menos causarle una mala impresión.

-Mi madre cultiva esas flores desde que estaba embarazada - susurro Rodrigo, ella escuchó aquella voz varonil y salto del susto

-Lo siento - susurro suavemente

Él la observo curiosamente, ella mantenía su mirada baja, una mirada culpable, pero a la vez tierna.

-No diré nada si me dices tu nombre - ella esta vez lo miró fijamente, ambos conectaron miradas y pudieron sentir una extraña conexión

-Me llamo Beatriz Palmer, ¿y tú? - preguntó ella dándole un recorrido con la mirada

-Rodrigo, príncipe Rodrigo - aunque fue muy divertido para él ver la expresión que ella tuvo ante su respuesta guardó la compostura

-¿Me va a matar? - ante su pregunta Rodrigo soltó una carcajada

-Eres muy chistosa, demasiado diría yo - ella lo observó

-No te mataré, no soy un asesino solo deberías irte antes que vean tu canasta y veas la expresión de enojo de mi madre.

Ella asintió suavemente y salió de aquel lugar con prisa.

Y él la vio desaparecer.

Días después ella seguía rondando en la cabeza del príncipe, él se perdía en sus recuerdos y saboreaba su imagen.copy right hot novel pub

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