LUCIANA
Me giro para ver a Alex, para decirle en voz baja que lo veo más tarde en su oficina, para así seguir con el trabajo pendiente que tenemos. Él acepta respondiendo solo con cabeza mientras asiente.
Vuelvo a girar para despedirme educadamente y salir de ahí.
— Sí me lo permite regresare a mi área de trabajo — me dirijo a mi jefe — Fue un placer — digo, intentando sonar un poco segura para referirme también a esa parejita, pero sin dejar de ver solo al señor Alfred.
No me atrevía girar mis ojos para verlos, no quería verlos tomados de la mano, como una pareja enamorada.
Mi jefe asiente con la cabeza mientras me regala una amable y sincera sonrisa.
Giro por completo sin voltear a verlos y salgo mientras paso por la puerta de la sala de juntas. Camino a pasos rápidos, 《necesito alejarme lo más que pueda》 hago lo que puedo con estos tacones para caminar más de prisa, aunque no son muy altos, no puedo correr con ellos. Sigo mi dirección rumbo a la oficina de Alex. Llego al ascensor y presionó el botón, al momento que se abre, entro y pico al piso correcto al que iré. Las puertas están apunto de cerrarse cuando alguien mete el brazo para detenerlas.
Abriéndose para hacer presente a la persona que hizo que se detuviera el elevador. Es él, se coloca en medio de las puertas, evitando que se cierren. 《¿Qué es lo que quiere?》
Mi ritmo cardíaco se acelera mientras mis ojos se abren de la impresión. Al verlo de pie entre las puertas del ascenso.
— Disculpe.. tengo prisa.. — intento decir, de lo nerviosa que estoy pico el botón varias veces seguidas, como si quisiera escapar.
Él no dice nada y entra conmigo al elevador. 《Oh no por favor》 pero ahora intento presionar el botón con el que se abran las puertas, pero ya es demasiado tarde. Se cierran y el cubículo metálico comienza a moverse.
Rezo mentalmente porque llegue pronto a mi destino, sin anti bajas, ni nada que se le parezca. Él no presionó ningún botón, no creo que vaya al mismo piso que yo. 《¿Qué querrá?》O pueda ser que tenga algo necesario que hablar con los jefes.
Pero esto hace que me comience a inquietar más. Se encuentra de pie en la otra esquina, no ha dicho nada, ni tampoco se ha acercado, quizás no sea por mí que haya entrado en este momento al elevador. Sí eso debe ser.
Intento pensar en eso. Y cuando el ascensor se detiene en el piso elegido, intento por fin respirar tranquilamente. Camino para salir cuando las puertas se abren, pero en eso siento cuando me agarra del brazo, haciéndome retroceder y así no lograr salir de cubículo, me atrae hacia él. Pega mi espalda contra el metal frío y me acorrala con sus brazos, en la esquina del ascensor. Las puertas se cierran y él presiona el botón para detener el elevador.
Mi preocupación y todos mis sentidos se activan y se alarman.
Me aprieta entre su cuerpo y la pared de metal, provocando así que se me erice nuevamente el cuerpo, y la respiración que se comenzaba a estabilizar, se volvía a descontrolar. Estaje en mi pecho una carpeta que traía en mis manos, cerré los ojos cuando siento nuevamente mi corazón latir con tanta violencia. Mis piernas tiemblan y su aroma llega más a mí, abro mis ojos y veo su rostro que se encuentra a pocos centímetros del mío.
— Luciana — susurra a unos centímetros de mis labios, con esa voz que me desestabiliza y me derrite.
Estábamos a casi nada de que nuestros labios se rozaran.
Mi nombre en sus labios era como la gloria para mí, deseaba volver a escucharlo, que lo volviera pronunciar. Fijo mi mirada en la suya, y veo ese brillo y ese tono de ojos que me encantaba, su mirada baja a mi boca y se queda ahí por unos segundos.
— ¿Qué quiere? — por fin hablo, pero intentando sonar segura.
Él deja de ver mis labios para fijar su mirada en mis ojos.copy right hot novel pub