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¡Vuelve conmigo,mi cariño!

Capítulo 118: ¿Quién era esa mujer?

La puerta del estudio se abrió y Omar se paró en la puerta.

—Le he dicho que espere en el salón.

Alejandro asintió.

—No te preocupes, el asunto está resuelto, no puede decir mucho.

Alejandro notó los ojos preocupados de Carmen y la consoló.

Carmen bajó la mirada.

—No estoy preocupada.

—Solo no quieres admitirlo.

Alejandro tomó su mano.

—Vamos.

En el salón, Gabriel estaba sentado en un sofá de caoba con el té que le habían servido delante. Por su lado, Eurobio estaba parado detrás de él.

Al ver venir a Alejandro, Gabriel se puso de pie.

—Alejandro, en estos momentos tengo que rogarte.

—¿Rogarme?

Alejandro se rio a carcajadas.

—No bromees conmigo, ¿para qué necesitarías rogarme?

—Ains.

Gabriel suspiró.

—Mis dos hijos inútiles han causado problemas.

—¿Qué problemas?

Alejandro tomó a Carmen de la mano para que se sentara en el sofá de enfrente con él.

La sirvienta sirvió otros dos vasos de agua.

—No miraste las noticias hoy, ¿verdad?

Preguntó Gabriel.

—No.

Desde que no se hacía cargo de la empresa, Alejandro dejó de leer las noticias. Practicando caligrafía con pincel, paseando con Carmen, y jugando al ajedrez pasaba su día.

—Es mejor que eches un vistazo primero.

Gabriel le indicó a su hijo que le mostrara la noticia a Alejandro.

Eurobio entregó el teléfono.

—Tome.

Alejandro se quedó un poco sorprendido después de verlo, no le asombraba lo escandalosa que era la noticia, sino que por qué le había venido a buscarle cuando su familia se había metido en problemas.

Porque con los contactos de la familia Haba, no debería ser difícil deshacerse de ese asunto.

—Gabriel, ¿esto qué es?

Alejandro levantó la cabeza y miró a Gabriel en el lado opuesto.

—¿Acaso tiene algo que ver conmigo?

Si no, ¿por qué vendría a él?

—Ains.

Gabriel suspiró de nuevo.

—No tengo tanta suerte como tú de tener a un buen hijo y poder jubilarse temprano para disfrutar de la vejez. Casi me da un infarto las cosas que hacen mis hijos problemáticos.

—Gabriel, ¿por qué dices eso?

—Mira.

Gabriel señaló al niño ensangrentado en las noticias.

—Dicen que este niño es de la mujer que le gusta a Alain. Yaiza pensó que esa mujer rompió el compromiso que había entre ella y Alain, así que fue a… Ains, es vergonzoso hasta decirlo.copy right hot novel pub

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