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Lo Mejor de Tu Vida

Capítulo 24: Ser mimada

El coche se detuvo en el puerto del río. El viento leve soplaba el largo cabello y la falda de Noelia. Su rostro se puso rojo por la brisa nocturna. Marc se quitó el traje, se lo puso a Noelia abrazando suavemente sus hombros.

—Señora Noelia, por favor.

Noelia lo miró afectuosa y suavemente lo tomó de la mano que le había extendido.

—¡Qué hermoso el paisaje nocturno desde el barco!

Había miles de luces neón encendidas. El cielo de la noche era como una cortina, decorada con estrellas brillantes. Noelia se apoyó contra la barandilla disfrutando la noche tranquila y tierna.

La música de jazz flotaba melodiosamente sobre el agua. Marc estaba a su lado, con las cejas ligeramente fruncidas y dijo:

—No es suficiente todavía.

—¿Qué?

Noelia lo miró con sorpresa. En el segundo siguiente, Marc la abrazó. Luego, en el cielo aparecieron magníficos fuegos artificiales. Bajo la luz, Noelia descubrió que la mirada de Marc estaba llena de afectos.

—Quiero que recuerdes esta noche, y a mí, también —su ternura dejó muy impresionada a Noelia.

Noelia sonrió y apoyó suavemente su cabeza en su pecho.

—Nunca olvidaré esta noche maravillosa que me has preparado.

Incluidos su insistencia, su consideración y sus besos infinitos.

En sus miradas, abundaban la apreciación y la admiración uno a la otra.

Noelia pensaba:

«Marc, espérame. Voy a estar a la altura donde pueda contemplar el mundo próspero contigo.»

Marc también esperaba ese día y quería ver qué haría Noelia para vengarse de Natalia y Felipe.

Cuando Noelia disfrutaba de la feliz noche, Natalia estaba echando chispas en casa.

Con el fin de poder actuar en "El Tiempo", Natalia había trabajado mucho.

«¿Por qué Noelia puede conseguir directamente el papel secundario? Además, no tengo ninguna forma para impedirlo todo. ¡Mierda, todo se debe a que Felipe todavía siente algo por esa zorra!»

Al oír los pasos a su espalda, Natalia se dio la vuelta mirando a Felipe entre llantos.

—¿Qué quieres hacer ahora?

—Por supuesto que vengo a verte, mi amor —Felipe le dio una caja de regalo exquisitamente empaquetada.

—El collar que quieres, pruébalo.

—¡Ya tengo muchos collares! —Natalia no lo apreció en absoluto porque sabía que este pequeño regalo era solo un truco de Felipe para consolarla.

—¿Y qué más quieres? ¡Te lo compraré inmediatamente! Aunque sean las estrellas en el cielo, te las daré —Felipe abrazó a Natalia y le besó suavemente el cuello.

—¡Sabes lo que quiero! —Natalia regañó— Todo lo que hace Noelia es manifestación en mi contra. ¡Te quitará de mí!

—Mi amor, siempre seré tuyo. No des demasidas vueltas. No es bueno para el bebé —Felipe la consoló.copy right hot novel pub

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