Diana solo quería disgustar a Noelia, pero no esperaba que se metiera en muchos problemas por su comentario.

Las actrices que estaban a su lado empezaron a hablar de ella de vez en cuando, y algunas derramaron con mucho descuido sus copas de vino tinto sobre el vestido de Diana, todas haciendo mofa de ella.

—Lo siento, señorita Diana, no me di cuenta de que...

—¡Aléjate de mí! —Diana se levantó de inmediato, esquivó la mano de la actriz que intentaba limpiarle la mancha de vino tinto y caminó rápidamente hacia el lavabo.

Tras eso, con un gruñido, la actriz volvió a su asiento y se sentó.

La persona que estaba a su lado esbozó una sonrisa sarcástica y no pudo evitar decir:

—Eso debería servir de lección a la gente como ella, ¡¿Quíen se cree que es?!

—Noelia, ¿cómo te las arreglaste para hacer eso? Diana te irritó tanto y ni siquiera hiciste un movimiento.

Noelia sonrió débilmente y levantó su copa de vino tinto, en cierto modo agradeciendo a estas chicas por ayudarla a dar una lección a Diana. A veces siempre había otros que odiaban a ese tipo de mujer que hablaba con desdén, así que ¿por qué tenía que molestarse?

Fue entonces cuando Francesca se dio cuenta de que Noelia era una mujer muy inteligente.

—Ahora entiendo. Hay muchas artistas en el mundo del espectáculo, pero el Sr. Marc se ha fijado en ti.

Noelia sonrió ligeramente:

—No trates de adivinar sobre mi relación con Marc con tu mirada. Aunque Diana habla con dureza, no se equivoca, ¿cuánta gente es limpia en el mundo del espectáculo?—

El sueño de casi todas las actrices es casarse con una familia rica, pero ¿cuántas de ellas pueden hacerlo realidad?

—Solo tengo un principio, si la gente no me ofende, yo no ofendo a la gente, nunca he dicho algo así, así que me considero una buena persona, pero ... hay algunos límites que nunca sobrepasaré.

Después de decir eso, Noelia dejó de hablar con ellos, no pensaba continuar con esa actividad social sin sentido.

Después de que Diana saliera del lavabo, la persona encargada ya había dispuesto un asiento para ella en otra mesa. Entonces, lanzó una mirada condescendiente hacia el lado de Noelia y se dirigió hacia allí para tomar asiento.

Pronto el evento estaba oficialmente en marcha, y dos horas más tarde, cuando llegaba a su fin, llegó la llamada de Marc.

—Estoy aquí.

Cuando Noelia salió por la puerta, vio el coche de Marc aparcado en un lugar muy llamativo de la entrada, y mucha gente conocía su coche, por lo que mucha gente que pasaba por ahí se paró a mirar.

Antes de que Noelia pudiera acercarse, Diana se le adelantó y tomó la iniciativa de acercarse a Marc:

—¡Sr. Marc, cuánto tiempo sin verlo!

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