Pensando en ese hombre, las miradas de Noelia se suavizaron gradualmente.

El coche entró en la mansión y se vía que todo el pasillo estaba rodeado de flores. Marc llevaba una camisa y estaba leyendo los documentos. Al escuchar la voz del asistente, levantó la cabeza y miró directamente a Noelia que se bajaba del coche. Pasó los documentos al asistente, le dio unas instrucciones y se dirigió a Noelia.

—¿Estás cansada? —bajó un poco la cabeza, sostuvo su mano y caminó hombro con hombro hacia la mesa del comedor.

—Como no sé cuándo volveréis, sólo han preparado el aperitivo.

Al ver la deliciosa comida en la mesa, el corazón de Noelia se ablandó.

Ese hombre parecido a un emperador no solo la acompañó al extranjero, sino también la cuidaba muy atentamente. Él podía llevarla a ver la maravilla del mundo, también podía darle un cuidado meticuloso en la vida cotidiana. En este mundo, sin importar dónde estuviera, este hombre siempre la trataría como el tesoro más valioso.

Los ojos de Noelia estaban ligeramente sonrojados. Desechó todos los problemas y el cansancio laboral. Ahora sólo quería ser su mujer.

—Marc... —Noelia se dio la vuelta, lo miró a Marc y le dijo algo al oído en tono suave.

Los ojos del hombre se iluminaron. Cogió el hombro de Noelia con calma y solemnemente le preguntó:

—¿Estás segura?

Noelia no le respondió con palabras. Sus ojos brillantes y afectuosos ya le dieron una respuesta clara.

Ya no necesitaba más tiempo para probar si Marc era su amor verdadero. Ella quería ser su mujer completamente y no soportaba más las espinas de la vida por sí misma. Ahora creía que este hombre podía darle un hermoso futuro.

Desde que se casaron, su cuidado meticuloso le dio a Noelia la seguridad., por eso ya no quería esperar más.

—Bien —el hombre soltó esta palabra. Llevó a su esposa al dormitorio dejando a Eva y Gema cenar a la mesa del comedor.

Él miró su rostro con mirada amorosa y preguntó:

—¿Estás lista?

Noelia se armó de valor, reprimió el nerviosismo en su corazón y lo abrazó con fuerza.

—Debido a tu cuido y amor, puedo vivir tan felizmente. Aparte de ti, no quiero pasar el resto de mi vida con nadie más. Te quiero de verdad, así que quiero hacerlo.

Su rostro estaba lleno de determinación. Nunca antes había estado más nerviosa y expectante que ahora.

Su amor no permitía ninguna impureza. Como lo que había dicho antes, una vez que comenzó, no terminaría fácilmente.

Después de dar este paso, no se arrepentiría jamás.

Embebiendo en su afectuosa confesión, Marc lentamente abrazó su cintura y besó suavemente sus labios.

—Te he estado esperando siempre.

Su deseo se mostraba sin reservas frente a ella.copy right hot novel pub