Ahora, a quien todavía le gustaba ese tipo de jefe tiránico e irracional, ¡claro que a todos les gustaba el tipo tranquilo, comedido y cultivado!
Noela se inclinó hacia la esquina y miró a Delfino y Yadira.
¡Después de unos segundos, se dio cuenta de que esta era su casa!
Estaba en su propia casa, ¿por qué debería ser así a escondidas como una ladrona?
Pensando en esto, se aclaró la voz y se acercó.
Delfino se paró frente a Yadira y la llamó por su nombre.
-Yadira.-
Yadira estaba sólo un poco borracha, al escuchar esta voz familiar, reaccionó de repente y su mente estaba totalmente despierta.
El alto Delfino se paró frente a ella, y su hermoso rostro se veía un poco deprimido a contraluz.
Yadira tomó casualmente una almohada y la abrazó, sólo para sentirse un poco más segura.
-¿Por qué vienes aquí?- Yadira inclinó la cabeza y le preguntó con indiferencia.
-Para llevarte al médico.-
Mientras decía Delfino, bajó su mirada y se fijó en su tobillo, que ya estaba muy hinchado.
Yadira siguió su mirada y miró hacia abajo, no se había dado cuenta cuando charlaba y bebía con Noela antes, ahora notó que estaba realmente hinchado un poco terriblemente.
-Puedo cuidarme a mí misma, e iré al médico yo sola.- Yadira dijo con impaciencia, -Eres un hombre, ¿cómo vienes a la casa de una chica soltera en medio de la noche? Además, ¡Noela es una estrella!-
Delfino respondió ligeramente, -Vale.-
Su suave reacción hizo que Yadira se sintiera un poco extraña.
Al momento siguiente, Delfino de repente se inclinó y la abrazó.
-Tienes razón, nos iremos inmediatamente.- dijo Delfino mientras la abrazaba y caminaba hacia la puerta.
Al pasar por Noela, Delfino dijo muy cortésmente, -Disculpe.-
Noela asintió aturdida, -Nada…-
-¡No quiero volver! ¡Iré al médico yo sola! ¡Déjame!-
Yadira no podía fingir como si no hubiera pasado nada y seguir a Delfino a volver así.
Delfino ignoró completamente sus palabras y no pensaba dejarle en absoluto.
Noela caminó hacia la puerta y vio a Yadira luchar y regañar a Delfino durante todo el camino, pero Delfino entró en el ascensor abrazándola firmemente sin haber afectado por nada.
Noela se apoyó en el marco de la puerta y murmuró, -¡BOSS tiránico, qué fuerte!-
…
En el coche.
Delfino dejó a Yadira en el asiento del pasajero, abrochó el cinturón de seguridad para ella, y fue al otro lado para conducir.
Yadira escuchó el sonido de un "clic" de la cerradura de seguridad.copy right hot novel pub