Al ver esto, Yadira levantó las cejas y se burló de nuevo de él -No puedes sostener firme ni siquiera una taza de café. ¿Estás bien?

Delfino se mordió los labios y puso la taza de café sobre la mesa, sin limpiar las manchas de café en su traje, para poder decir con su voz firme -Pruébalo y lo sabrás...-

Yadira se tocó el pelo, le echó una mirada, se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta, con una vocecita arrogante -¡Sigue soñando!-

Delfino -...-

¿Por qué cambió tanto esta mujer en sólo unos días?

Yadira salió de la villa, se palmeó el pecho y dejó escapar un largo suspiro de alivio.

¡El enemigo es como un resorte, si tú eres débil, él es fuerte!

Después de humillar razonablemente a "Fidelio" , se sentía invencible.

¡"Fidelio" tampoco es tan temible!

Si vuelve a ser amenazada por él en el futuro, ¡será una cobarde!

...

Yadira fue al grupo de Jimenez en coche.

Cuando era muy joven, siguió a Perla al Grupo Jimenez una vez. Cuando creció, sólo se quedó fuera y miró cuando pasó por delante.

En el pasado, su mayor deseo era que Salia la mirara más y le prestara más atención. Nunca había pensado en entrar en la familia de Jimenez ni en tomar acciones.

No se imaginaba que un día sería invitada a trabajar por Henrico.

Respiró hondo, levantó ligeramente la barbilla y entró.

Yadira llegó el primer día sin tarjeta de permiso de trabajo. Cuando entraba, la detuvo la señora de la recepción -Señorita, ¿a quién busca?-

Yadira se giró para mirarla, sonrió levemente, un par de ojos de gato radiantes como estrellas -Yadira, vengo a trabajar.-

¿Apellido Jimenez? La señora de la recepción se miró fijamente.

-¿Quién es? -La voz de Perla sonó detrás de ella.

Luego, el sonido de los zapatos de tacón alto, se acerca cada vez más.

Perla se acercó a ella, y cuando vio su rostro con claridad, sus ojos se abrieron de par en par, y su voz cambió -¡Quién eres!-

-Hermana, soy Yadira, ya no me reconoces.- La voz de Yadira era extremadamente suave, y se escuchaba en los oídos de Perla, pero había una inexplicable sensación de pesadumbre.

Perla retrocedió inconscientemente dos pasos -¿Cómo te has puesto así?-

-Siempre he sido así. Hermana, deberías mirarme bien.copy right hot novel pub