Yadira pensó que sería mejor deshacerse de Miguel cuanto antes, porque le parecía poco razonable.
Ignoró a Miguel y se dio la vuelta para caminar hacia su coche. Miguel la persiguió:
—¡Yadira! Detente ahí mismo.
Yadira abrió directamente la puerta del coche. Sin embargo, en cuanto lo hizo, Miguel la alcanzó y la cerró rápidamente.
Yadira frunció los labios y volvió a abrir la puerta con cara larga, pero Miguel la cerró enseguida.
Lo repitieron dos veces y Yadira se impacientó. Poco después, el brazo de Miguel fue golpeado por su puño.
Miguel esquivó a tiempo y Yadira empezó a golpearle con el codo. Miguel se sorprendió primero y luego la detuvo.
Yadira esquivó rápidamente e intentó darle una patada. Miguel volvió a esquivar, pero era lento y eso le avergonzó un poco.
—¡Yadira, nunca he visto una mujer tan despiadada como tú! —tras esquivar, dejó escapar un largo suspiro de alivio. Si Yadira lo hubiera conseguido, podría morir sin hijos.
—Es bueno que lo sepas. No me provoques —Yadira puso cara larga. Miguel la ponía de los nervios.
Su temperamento no era malo. Sin embargo, si alguien la provocaba, ella sabía cómo hacer una réplica y definitivamente lo haría.
Miguel la miró con expresión de terror y de repente se rió:
—Nunca había visto a una mujer como tú.
Cuando sonrió, sus ojos se entrecerraron ligeramente. Su sonrisa ahora era sincera, no somera e intencionada como antes.
Yadira se quedó atónita por un momento. Sabía claramente que Miguel era un señorito pícaro. Aunque era el hijo de Franco y conocía a Mariano, eso no significaba que supiera algo.
Lo que decía Mariano podía tener sentido.
Pensó que era una auténtica pérdida de tiempo discutir con Miguel.
Cuando Yadira arrancó el coche, miró por la ventanilla. Miguel estaba de pie junto a la carretera y la miraba con atención.
Miguel era un vividor, pero no era malo. De lo contrario, la habría tratado con dureza como lo había hecho antes Jacobo.
Yadira recordó lo que había dicho antes.copy right hot novel pub