Yadira estaba pidiendo una comida. Sólo echó un vistazo a Noela y pidió la comida por teléfono.
Después de colgar el teléfono, le preguntó a Noela:
—¿Qué pasa? ¿Qué ha pasado?
Noela sostuvo el teléfono con una expresión extraña. Se volvió para mirar a Raquel.
Raquel estaba a punto de quedarse dormida en el sofá, ya que apenas podía mantener los ojos abiertos.
Yadira se dio cuenta del extraño comportamiento de Noela y se acercó. La expresión de Noela era algo seria.
Tras un momento de duda, Noela le entregó su teléfono a Yadira y le dijo:
—Míralo tú misma.
Yadira cogió el teléfono y vio el primer puesto de la cuenta oficial de Twitter de un medio de comunicación.
—Hubo una colisión por detrás en los suburbios de Ciudad Mar esta mañana. Cuatro coches se precipitaron por el precipicio. Tras la investigación, se descubrió que uno de los coches era propiedad de Delfino, el presidente del Grupo Dominguez. Según el personal pertinente del Grupo Dominguez, Delfino lleva doce horas desaparecido...
Yadira se sorprendió y se volvió para mirar a Noela. Noela no dijo nada.
Yadira tardó un tiempo en comprender lo que había sucedido. Le entró el pánico.
Noela se preocupó un poco al ver la mirada de Yadira. Susurró:
—Acaba de salir. Llamaré a mis amigos en casa para confirmarlo....
Noela cogió el teléfono, se levantó y salió al balcón. Llamó directamente al número de Apolo.
Sobre este tipo de asuntos, Apolo podría decirles algo cercano a la verdad.
Como siempre, Apolo cogió rápidamente el teléfono.
—He visto las noticias. ¿Es cierto?
Tenían un entendimiento tácito, así que Apolo sabía de qué hablaba ella aunque no lo dijera claramente.
Apolo estaba tenso y dijo con voz ansiosa:
—Acabo de ir a buscar a Tim, y no ha podido contactar con Delfino desde hace más de diez horas. Delfino no está en la empresa ni en casa...
La cara de Noela se puso pálida:
—¿Quieres decir que realmente le pasó algo a Delfino?—
Apolo suspiró:
—Xulio lleva muchos años trabajando con Delfino. Aparte de hace tres años, Xulio nunca ha podido contactar con Delfino durante tanto tiempo.
—Ya veo...— Justo cuando Noela estaba a punto de colgar, Apolo preguntó con ansiedad— ¿Piensas volver pronto a casa?
—Sí, hemos comprado el billete de mañana por la noche —Noela no tenía ganas de meterse con Apolo ahora.
Apolo dijo:
—Iré a buscarte.
Noela pensó un momento y dijo:
—De acuerdo.copy right hot novel pub