Delfino miró sin expresión a Yadira. Sus ojos eran fríos y no mostraban ninguna emoción.
Yadira lo miró y se encontró con los ojos de Delfino.
—Yadira... —Apolo estaba desconcertado por Yadira.
Yadira fue la única que se atrevió a regañar así a Delfino. Si alguien se atrevió a decirle eso a Delfino, no, nadie más se atrevió a decirle eso a Delfino.
Se miraron por un momento. Al final, Delfino apartó la mirada. Cogió su vaso y bebió un gran bocado de agua sin decir nada.
Yadira le vio beber agua y se dio cuenta de que estaba usando su vaso.
Antes de que llegara Delfino, sólo había tres de ellos y sólo tres vasos de agua en la cámara privada.
Delfino se limitó a beber su agua. Yadira frunció los labios pero al final no dijo nada.
Como Yadira y Delfino por fin se habían calmado, Apolo encontró la oportunidad de hablar.
—Delfino, ¿esta vez Mariano dio la noticia por Internet? ¿Qué quiere exactamente?
—Sólo ignora las noticias en línea —Delfino estaba tan tranquilo como de costumbre. Parecía no estar preocupado por su reputación en absoluto.
Apolo dijo enfadado:
—¿Ignorarlo? ¿Sabes con qué dureza lo dicen en Internet? Si lo ignoramos, confundirán el bien y el mal.
—Ignóralo —dijo Delfino de nuevo con decisión.
Apolo quiso decir algo más para persuadir a Delfino, pero ante la mirada de éste, extendió las manos y dijo:
—Pero he pedido al departamento de relaciones públicas que se ocupe de ello.
—Deténganlos.
—¡Tú!
Apolo sacó su teléfono con disgusto y dijo:
—De acuerdo, les diré que paren ahora, ¿vale?
Cuando terminó de hablar, llamó al departamento de relaciones públicas de la empresa.
Yadira miró a Apolo y luego se volvió para mirar a Delfino. Vio que Delfino la miraba fijamente.
Sus ojos eran oscuros.copy right hot novel pub