Mariano miró a Xulio y le siguió, y Yadira eligió un rincón tranquilo.
Yadira se detuvo y se volvió para mirar a Mariano:
—Ya puedes decirlo.
Mariano dijo entonces:
—Delfino vino a ti.
No preguntó, sino que lo dijo en forma de confirmación. Esto significaba que estaba muy seguro de que Delfino ya había llegado a Yadira.
Yadira sintió algo de pánico y de repente miró a Mariano.
Mariano se rió y dijo de forma amable:
—No estés tan nerviosa. Es sólo una charla casual —Luego añadió—. Y no vendrá más a ti.
Yadira entrecerró los ojos y miró a Mariano sin decir nada.
Al ver esto, Mariano se puso de mejor humor. Se metió las manos en los bolsillos y sonrió aún más feliz.
—¿Terminó? —Yadira levantó las cejas y preguntó. Mariano se volvió para mirar a Yadira con una expresión sutil.
—Me voy ahora. Todavía tengo que ocuparme de muchas cosas en la empresa —mientras Yadira hablaba, levantó la muñeca y miró el reloj con impaciencia.
Mariano dijo fríamente:
—¿No crees que puedo hacer que tú y Delfino no puedan estar juntos por el resto de sus vidas?
Mientras hablaba, miraba fijamente a Yadira, como si tratara de encontrar la expresión que quería ver en su rostro. Sin embargo, Yadira sólo preguntó con calma:
—¿Y qué?
Yadira se rió de forma un tanto burlona:
—Aunque no podamos estar juntos, vivir con nuestro recuerdo es suficiente para mí. Ni siquiera sabes lo que es el amor.
Mariano parecía enfurecido por las palabras de Yadira. Miró a Yadira con una expresión sombría:
—Lo sabía. Tú y Delfino estabais actuando.
Era una farsa. Sin embargo, sólo Delfino lo sabía, y Yadira no sabía nada.
—Sin embargo.copy right hot novel pub