Yadira echó una mirada a Salia y dijo con indiferencia:
—Mariano.
La cara de regodeo de Salia cambió de color.
Desde el principio, Yadira había adivinado que Mariano era el que había hablado a los demás de Raquel. Sin embargo, Salia fue la que le envió la dirección de la reunión.
Sólo había una manera de explicar esto. Mariano le contó a Salia lo de Raquel.
Eso también explicaba que el último vez Salia la llamara y dijera que había matado a Perla.
Mariano capturó a Perla y la obligó a rescatar a su hermana. Pero entonces, Delfino desapareció y Mariano abandonó el país a toda prisa. Después, encontraron a Perla.
En ese momento, los Jiménez recuperaron a Perla y su vida estaba en juego. Si querían vengarse, debían encontrar a Mariano.
Mariano debe decirle algo a Salia, y la convenció de que Yadira tenía algo que ver con la muerte de Perla.
Salia se avergonzó y sonrió. Tomó un sorbo de su café:
—Así que era verdad, tú fuiste quien hizo que mataran a Perla.
Yadira miró a Salia con frialdad:
—¿De dónde sale esa idea? ¿Me has visto hacerle daño? Permíteme recordarte que fuiste tú quien la crió hasta convertirla en un bebé gigante.
—Conocías a Mariano. Y él sabía que había problemas entre tú y Perla, ¡así que se lanzó a por ella! —Salia se estaba emocionando—. ¡Todo fue por tu culpa! Perla murió por tu culpa.
Yadira miró a Salia como a un extraño. Salia se estaba volviendo más loca con los años. Se había convertido en una psicópata.
Perla no era la hija biológica de Salia, pero tenían una cosa en común, y era que ambas no sabían distinguir el bien del mal.
Después de un rato, Yadira dijo lentamente:
—¿Sabes qué? Hay algo que debo agradecerte.copy right hot novel pub