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Mi mate es una guardiana

Parte 4

Abro los ojos despacio y parpadeo varias veces para que mis ojos se acostumbren a la luz, espera en el calabozo no entra tanta luz, con la mirada recorro el lugar, no estoy en el calabozo sino en una habitación, me levanto de la cama espera viene a mi memoria lo último que recuerdo es que me desmaye porque estaba perdiendo mucha sangre, bajo mi vista hasta mi herida y veo que alguien me curo en eso se abre la puerta de golpe dejando ver a Gabi muy exaltada.

Ara - ¿Qué tienes Gabi?

Gabi - ¡tienes que detener a Eduardo!

Ara - ¿Por qué?

Gabi – ven asómate en la ventana

Voy a la ventana y veo a mi hermano amarrado sin camisa y Eduardo con un látigo.

Gabi – tienes que ayudarlo por favor

Ara – no tienes por qué pedírmelo, ¿tu porque lo defiendes tanto?

Gabi – él es mi mate

Ara – ¡mi hermano es tu mate!

Gabi - ¿Cómo que tu hermano?

Ara – después te explico, vamos ayudar a mi hermano

Salimos de la habitación lo más rápido posible, hasta salir de la casa corro donde está mi hermano amarrado lo protegí con mi cuerpo y yo recibo el latigazo.

Tom - ¿Qué haces Ara?

Eduardo - ¡quítate Araceli!

Ara – NO, ¿por qué le vas apegar? ¿Qué te hizo el?

Eduardo – lo sobre mi novia y futura luna – volteo donde esta y estoy muy molesta

Tom – no es cierto, ella se me lanzo y yo la rechace, como no quise empezó a gritar que yo la quería violar, créeme Ara.

Ara – te creo Tom, ya quisiera esa zorra que Tom se la tire, al parecer no eres suficiente hombre para ella, tiene que buscar otro hombre.

Eduardo – ¡cállate! No hables mal de ella y yo le creo, así que te quitas o te los doy a ti los 10 azotes.

Ara – no, yo tomo el lugar de Tom

Tom – no Ara

Gabi – Eduardo si tu tocas a mi mate te mato, escuchen bien Tom es mi mate así que me lo llevo a mi manada.

Eduardo – okey, suéltelo y Araceli tomara su lugar.

Sueltan a mi hermano y yo tomo su lugar, me quito la blusa para quedarme en sostén, estoy lista para recibir los azotes de mi hermano.

Eduardo – que nadie se menta, cuenta conmigo Araceli.

Yo asiento con la cabeza, siento el primer latigazo me quejo de dolor.

Eduardo – 1…

Ara – 1…

Eduardo – 2…

Ara – 2…

3…4…5… así sigo contando hasta diez, mis lagrimas salieron sin permiso, me sueltan caigo al piso con toda la espalda adolorida, trato de levantarme, pero no puedo el dolor no me deja, en eso escucho unos pasos que se acerca a mi levanto la vista veo al estúpido y maldito loco de Eduardo, lo miro con odio y furia.

Eduardo – no te permito que le hables así, Axel llévatela al calabozo y sin comer por una semana.

Axel – pero Eduardo ella es…

Eduardo – has lo que te digo y no me contradigas, y tu Gabi llévate a tu mate de aquí.copy right hot novel pub

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