Miro a su alrededor y solo quedaban un par de parejas que caminaban hasta la salida, estaba prácticamente sola sentada en un banco. Se levantó con pesar en dirección a su casa.Solo le tomo unos quince minutos en llegar, y a pesar que era un día de semana su padre había hecho otra de sus fiestas ¿y ahora como le iba hacer para entrar? Recordó el árbol del vecino, una de sus gruesas ramas llegaba hasta casi su ventana... tenía que intentarlo.

Subió como pudo al enorme árbol logrando entrar en su habitación la cual se encontraba sola. Cada vez estaba más preocupada por Shery, comenzó a sollozar, no quería estar sola en esa casa quería ver a su hermana de nuevo. Tenía miedo.

—¿Por qué tus hijas aún no han llegado Steven? Le pregunto un Daren frunciendo el ceño.

—Ya deben estar en su habitación, ellas siempre llegan en silencio.

—No he escuchado ni un solo ruido en la parte de arriba, voy a confirmar que estén allí.

—¡Si, como quieras! Se encogió de hombros.

Subió las escaleras de dos en dos, tocando en la primera puerta que pertenecía a las chicas.

—Oye mi hermosa Shery ¿estás en casa? No me hagas entrar. Amenazo.

Rayos, pensó Eve muerta del miedo, si Daren entraba como le iba a explicar que su hermana no estaba en la casa y si se volvía loco y la pagaba con ella. Se mordió el labio pensando que decir.

—Ella se está bañando.

—¡Ahh! eres tu mi pequeña Eve, muy bien. Así me gusta que sean juiciosas.

Escucho los pasos del hombre alejarse y ella al fin pudo respirar con calma, pero aún estaba preocupada por Shery.

El hombre que había subido hacia unos minutos hablaba en secreto con su mano derecha, con cara muy seria. A los minutos este salió de la casa lo más rápido que sus piernas le daban.

—Escúchame Ethan, esto no es buena idea, traerla a nuestro territorio es la peor de todas. Simplemente su olor llamara la atención, está sangrando a mares.copy right hot novel pub