Marcus y su Beta caminaban a paso lento por el denso bosque, desde hace mucho que hubieran llegado. Pero surgía un problema tras otro, estaban agotados, los niños lloraban haciendo fácil su posición. Las mujeres embarazadas con problemas, todo era un caos. Trataba de mantener la paciencia intacta, pero le estaba costando mucho ya.
—“¿Qué pasa Marcus?” Le pregunto a través de la mente.
—“Estoy estresado, hace mucho que hubiéramos llegado”
—“Esta gente no puede andar más rápido debemos ser paciente”
—“Si lo sé”
No era catalogado por ser un Alfa gruñón, mandón o pueda perder el estribo tan fácil. Pero tenía mucho trabajo pendiente en su manada. Seguir retrasándose era perder el tiempo, cuando toda esa gente llegara tendrían que reubicarlos y eso implicaba mucho trabajo, construcciones, ceder terrenos, evitar discusiones.
Esperaba que su hijo al menos estuviera adelantando un poco de trabajo, últimamente había estado ausente en sus pensamientos. El olor familiar de la chica albina le llego a él, sabía que estaba detrás.
—Señor Dallas ¿Cuánto más falta? La chica no podía expresarse con tono más sarcástico y despreciable porque no tenía una voz más ronca.
—Aun falta un par de horas más.
—Estamos todos agotados.
—Si nos hubieran dejado llevarlos a cuestas, ya estuvieran todos descansando Deysi.
—Jamás permitiríamos ser una carga para ustedes más de lo que estamos siendo. El orgullo era más grande que esa niña pensó.
—Bueno entonces tendrán que apañárselas.
—Si es necesario haremos otra parada. Le recalco en tono de orden, definitivamente esa chica no serviría para su hijo. Ethan no la soportaría.
—¡Ya veremos!
Estaba haciendo frío, podía ver a lo lejos en las montañas la nieve. Olía a hielo, se avecinaba una tormenta, y esta gente seguramente no aguantaría. Debían darse prisa o les tomaría otro día más en llegar y eso no estaba en sus planes.
Por la tarde después de que Ethan se encargara de poner a muchos trabajadores a construir pequeñas casas de acuerdo a lista de personas que llegarían, para que al menos estuvieran listas a tiempo. Encontraron un terreno muy bien situado, no entraban en conflicto con nadie así que era perfecto para la obra. Después de eso, se dirigió a la cabaña en busca de su chica, estaba nervioso por tenerla en casa. Cada vez que la tenía cerca todo su cuerpo vibraba.
—“Debes mantener la calma” le dijo Dom.
—“Pero ella causa eso en mí, lo sabes es inevitable”
—“Estas así porque se aproxima tu celo”
—“Es más que eso Dom, la amo con todo mi ser”
—“Lo sé, pero también hay que echarle la culpa a tus ganas de marcarla.copy right hot novel pub