—He esperado tanto por ti Shery, tu virginidad es un gran trofeo para mí, ¿Sabes que las vírgenes son mi debilidad? Susurro.
—Por favor no hagas esto. Dijo casi en suplica.
—Pero pasara, ya te lo dije tú y tu hermana serán mías.
—Déjanos en paz, nosotras no tenemos nada que ver con nuestro padre.
—Eso ya lo sé, y es por eso que me gustas tanto. Tu hermana solo será un pasatiempo.
Seguía oliéndola como si fuera un perro, subía hasta su oreja mientras le hablaba en silencio. Sentía mucho asco y desprecio, ella apenas era una niña para él.
—Ya tienes muchas mujeres, para que querer a un par de inexpertas.
—Ustedes serán mis preferidas, nadie las tocara excepto yo.
Las manos de él bajaron hasta sus nalgas, si no lo apartaba la iba a ultrajar allí mismo. Actuó sin pensarlo mucho, le dio un rodillazo en el centro de sus entrepiernas tirándolo al piso del dolor. Ella salió corriendo hasta su habitación para no volver a salir al menos que fuese por la ventana.
—¿Qué paso? Pregunto su hermana acercándose a ella.
—Eve el loco de papá perdió la casa en una deuda con Daren, ahora él es el nuevo dueño.
—¡No puede ser! ¿Qué haremos ahora?
—Una sola cosa, irnos eso es lo que tenemos que hacer.
Dentro de la habitación no podían hacer mucho, si salían al exterior se toparían con algún borracho y eso no sería buena idea. Como sospechaba que algo podría pasar, saco comida de la cafetería, bueno de hecho Lancer el cocinero y jefe se la regalo. El más que nadie sabía por lo que ella vivía con su hermana en casa. Busco en su mochila y saco los envases con comida.
—¿De dónde has sacado esa comida?
—De la cafetería.
—¿Te la has robado?
—¿Como crees?, no seas tonta Eve. Lancer me la regalo.copy right hot novel pub