Resultó que la suposición de Doria era correcta.
Esa tarde, Gonzalo vino a buscarla con una carta de compromiso de todos los ejecutivos que actualmente trabajaban en el Grupo Collazo.
Siempre y cuando ella aceptara hacerse cargo del Grupo Collazo, los ejecutivos y todos los empleados de la empresa harían todo lo posible para cooperar con ella.
Al ver que Doria leyó la carta sin decir nada, él dijo,
—Srta. Doria, puede parecerle que el Grupo Collazo puede ser un problema, pero antes era una empresa muy conocida en la Ciudad Sur, y ahora está pasando por esto, es realmente...
Ella dejó la carta de compromiso y dijo a la ligera,
—Si ayudo al Grupo Collazo, las promesas que han puesto en la carta, ¿van a cumplirlas?
—Por supuesto, todos los ejecutivos han firmado esta carta —él continuó—, además, la persona que tiene el puesto más alto es el gerente Jairo. Ayer él vino a hablar con usted en persona, por lo que no hay vuelta atrás.
Doria dijo,
—Si quieres que me haga cargo del Grupo Collazo, tienes que prometerme que cumplirán algunas condiciones.
Entonces, él respondió,
—Por favor, dígalas, ¿qué condiciones?
—Primero, necesito que liquiden los salarios de todos los empleados actuales del Grupo Collazo, incluyendo los empleados que se despidieron cuando este accidente sucedió.
Gonzalo vaciló un poco y dijo,
—Pero... el Grupo Collazo ya no tiene dinero en sus cuentas, y mucho menos hay dinero para liquidar los salarios de los empleados. Aún tenemos mucha deuda.
Doria dijo,
—En el Grupo aún quedan unos ejecutivos, ¿no es cierto? Ya que están dispuestos a pedirme que me haga cargo, significa que todos todavía tienen puesta la esperanza en el Grupo. Mientras podamos superar este problema, no les faltará dinero en el futuro, ¿no es así?
La sonrisa previa en el rostro de Gonzalo se puso rígida por un momento, —Lo que dice usted es cierto.
—Yo sé que el fondo para cubrir los proyectos o para las obras de construcción, es una cantidad considerable de dinero, algo que no pueden conseguir en poco tiempo. Pero, liquidar los salarios de los empleados, aún es posible, no es algo que no puedan hacer.
Él asintió con su cabeza,
—Le haré saber esto al gerente Jairo. —luego, añadió —Srta. Doria, ¿tiene alguna otra condición?
Ella respondió,
—Sí. En segundo lugar, por favor, entrégueme los datos de los ejecutivos que fueron despedidos cuando ocurrió aquel accidente al Grupo Collazo.
—Lo que Srta. Doria quiere decir es que...
Ella se rió y dijo,
—Después de que lea los datos, te lo diré.
En la realidad, el Grupo Collazo era una empresa enorme, no todos los que trabajaban ahí eran tan intrigantes como Marcos, o tan aprovechadores como Jairo, entre ellos, habían muchos que se habían dedicado a mejorar esta empresa.
Sin embargo, cuando este accidente sucedió, seguramente los ejecutivos que asumieron la responsabilidad no pertenecían al grupo de Jairo.copy right hot novel pub