Édgar tocó levemente el volante con los dedos,
—Eso es porque, a nadie se le ha ocurrido hacer esto antes
Doria quedó suspensa por un momento por sus palabras, pero muy pronto reaccionó.
Cuando Marcos administró el Grupo Collazo, sabía muy bien lo que hacía Jairo, pero los dos eran de la misma calaña. Probablemente él era la verdadera razón por la cual Jairo se atrevía a actuar a su antojo. Entonces, Jairo no tenía que temer por el apoyo de Marcos.
Si el Grupo Collazo todavía perteneciera a Marcos, nadie lo provocaría abiertamente.
Después de un rato, Doria le dijo a Édgar,
—Ya sé cómo solucionarlo.
Édgar rio y se volvió a ella,
—¿Necesitas mi ayuda?
—No, me encargo sola, solo ocúpate de los asuntos del Grupo Santángel.
Luego de un momento, Doria le preguntó a Édgar de repente,
—¿Qué hiciste la próxima vez que volviste a medianoche. Me dijiste que me lo contaría cuando regresaras.
Pasaron muchas cosas estos días, que casi lo había olvidado completamente.
—Solo es que he encontrado a Briana Collazo.
—¿Dónde?
Édgar se quedó en silencio por unos segundos y le respondió,
—Ya que ya la he encontrado, no es tan importante el sitio.
Doria hizo una mueca de molestia. No quería discutir con él,
—Y ahora, ¿cómo está?
—Está en la cárcel, un poco inestable mentalmente.
Doria cerró la boca y dijo,
—Siempre fue orgullosa. Es natural que no pueda aceptar la situación la realidad.
—Se lo merecía.
—¿Y Marcos? ¿Todavía no tienes informción sobre él?
—No.
—¿Se ha analizado ya el ADN de Armando Aparicio e Ismael Aparicio?
Édgar se lamió los labios tranquilo y no dijo nada por un momento.
Al ver su comportamiento, Doria entendía que no era una buena noticia.
Si era lo que pensó Doria, Édgar se lo habría dicho hace tiempo. Dado que no quiso decirselo, era todo lo contrario.
Unos segundos después, Édgar la consoló,
—Ahora que Armando ya murió, su nombre no volverá a aparecer en este mundo, así que no importa si Ismael y él estaban emparentados.
Doria sabía que Édgar la estaba consolando.
Se apoyó en la silla y dijo despacio,
—Solo no entiendo, que si Ismael es su propio hijo, ¿por qué le dijo palabras tan contundentes, como si fuera feliz al destruir la vida de Armando.
—Frente a un hombre que es adicto al juego, ¿qué más puedes esperar?
—Pero los animales salvajes también aman a sus crías. Sea lo que sea, no se comportan tan crueles contra sus hijos.
Doria recordó algo al terminar sus palabras. Se quedó en silencio unos segundos y añadió,
—También suceden cosas así. Olvida mis palabras.
Édgar no entendió qué quiso decir con eso.copy right hot novel pub