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Mi pretendiente es mi EX-MARIDO

Capítulo 103: Te ruego

Por la noche, cuando Doria estaba empacando la maleta, alguien llamó a la puerta, —Doria, ¿estás dormidas?

Doria abrió la puerta, —Tía Roxana.

Viendo el equipaje, Roxana dijo, —-Escucho que Édgar se va mañana, ¿junta con él?

Doria asintió con la cabeza, —Regreso a la Ciudad Sur también para algún asunto.

Roxana le entregó un bolso, —Son las cositas tejidas últimamente, llévalas, a lo mejor podrás utilizarlas un día.

—Gracias, tía Roxana —Doria las recibió—. Tía Roxana, ¿no regresarás a la Ciudad Sur en el futuro?

Roxana soltó una sonrisa ligera, —No, allí no me queda nada especial.

—Y Édgar…

—Depende de él, si tiene tiempo, me visitará, si no, me da igual. Después de todo, nunca he cumplido la responsabilidad de una madre.

Por un momento, Doria no sabía cómo iba a contestar, así que estaba en silencio.

Varios segundos después, Roxana siguió, —Doria, no sabía muy bien lo que ha pasado entre tú y Édgar, tampoco tengo derecho de criticarlo. Aunque Édgar tiene mal humor a veces, es muy amable por dentro. Durante los últimos días, he visto que en realidad él se preocupa mucho por ti, la verdad es que no sabe muy bien cómo expresar.

Si bien no lo dijo, Doria podía sentir que la culpa de Édgar era su mal humor. Una cosa que obviamente era buena se cambiaría por completo, cuando lo dijo Édgar.

Especialmente creció en la familia Santángel, donde llenaba de engaños y sospechas, de allí que soliera sospechar a los demás, pesar el pro y el contra al máximo.

También como Doria lo sabía bien, intentó todo lo posible para mantener una distancia con él y no meterse en las luchas entre él y la familia Santángel.

Pero…

Doria dio la mirada hacia el vientre, probablemente sabía por qué Édgar no quería que naciera el bebé.

Como una madre, había perdido un bebé, afortunadamente, la suerte estaba de su parte otra vez, por más dificultades que tuviera, no tendría ninguna idea de privarlo de su derecho a venir a este mundo.

Por largo momento, Doria dijo, —Tía Roxana, no encajamos muy bien, en ese momento, nos casamos por…

De repente, Doria soltó una sonrisa amarga, —De todas maneras, era la culpa mía, tuve que asumir las consecuencias.

Silenciosamente, Roxana soltó un suspiro, sin decir algo más excepto que se cuidara y le llamara si necesitó ayuda. Luego salió.

Cuando Doria iba a cerrar la puerta, vio a Édgar que la estaba mirando desde no lejos.copy right hot novel pub

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