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Mi pretendiente es mi EX-MARIDO

Capítulo 593: Podría empeorar

Doria estaba en cuclillas junto a la sala de urgencias cuando Édgar llegó al hospital. Estaba acurrucada y miraba hacia abajo.

Édgar hizo un mohín y se acercó a Doria. También se arrodilló:

—Va a estar bien.

Doria levantó la cabeza y miró a Édgar cuando escuchó la voz de éste. Tenía los ojos hinchados y rojos.

Édgar acarició el pelo de Doria y la atrajo hacia su brazo. Luego, siguió acariciando su espalda.

Al mismo tiempo, la luz de la sala de emergencias se apagó y la puerta se abrió.

Doria se levantó rápidamente y se secó las lágrimas.

Un médico salió de la sala de urgencias y dijo:

—Han enviado al niño a tiempo. Ya está estabilizado.

Doria sintió por fin alivio. Antes de que pudiera relajarse, el médico continuó:

—Pero su estado es complicado. Ahora está estable pero...

Doria se congeló cuando escuchó lo que dijo el médico. Le picaba la nariz y se ahogaba en sollozos:

—¿Pero qué?

Édgar se hizo a un lado, y parecía tenso.

El niño estaba tumbado en la cama y respiraba superficialmente. Sus puños estaban apretados y tenía sarpullidos por todo el cuerpo. No se sentía cómodo mientras dormía.

El médico dijo:

—Es la primera vez que vemos una afección de este tipo. No estábamos seguros de la evolución del síntoma. Todo lo que podemos hacer es estabilizar su estado.

Doria miró fijamente a su hijo y murmuró:

—¿Dices que lo que ha pasado hoy puede volver a pasar en el futuro?

El médico asintió:

—Sí, y si no pudiéramos encontrar el origen de su estado a tiempo. Podría empeorar.

Las rodillas de Doria se sintieron débiles. Casi se cae al suelo.

Édgar se abrazó a su hombro y la apoyó. Miró al médico y le preguntó:

—¿Qué podría causar su estado?

—Tendremos que hablar con el especialista antes de darle una respuesta. Le responderemos a más tardar mañana por la mañana.

—Muy bien.

—Tengo que irme ahora. Por favor, obsérvalo esta noche. Llámenos si hay algún cambio.

Édgar ayudó a Doria a sentarse en el sofá apoyándola en el hombro cuando el médico se fue. Luego, le dijo:

—Quédate aquí. Volveré pronto.

Doria cogió la mano de Édgar y preguntó con amargura:

—No es un accidente, ¿verdad?

Doria llevó a su hijo a una revisión corporal unos días antes, y el médico le dijo que este era un niño sano.

El niño era un poco más débil y de crecimiento más lento en comparación con los otros niños debido al parto prematuro.copy right hot novel pub

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