Doria estaba en cuclillas junto a la sala de urgencias cuando Édgar llegó al hospital. Estaba acurrucada y miraba hacia abajo.
Édgar hizo un mohín y se acercó a Doria. También se arrodilló:
—Va a estar bien.
Doria levantó la cabeza y miró a Édgar cuando escuchó la voz de éste. Tenía los ojos hinchados y rojos.
Édgar acarició el pelo de Doria y la atrajo hacia su brazo. Luego, siguió acariciando su espalda.
Al mismo tiempo, la luz de la sala de emergencias se apagó y la puerta se abrió.
Doria se levantó rápidamente y se secó las lágrimas.
Un médico salió de la sala de urgencias y dijo:
—Han enviado al niño a tiempo. Ya está estabilizado.
Doria sintió por fin alivio. Antes de que pudiera relajarse, el médico continuó:
—Pero su estado es complicado. Ahora está estable pero...
Doria se congeló cuando escuchó lo que dijo el médico. Le picaba la nariz y se ahogaba en sollozos:
—¿Pero qué?
Édgar se hizo a un lado, y parecía tenso.
El niño estaba tumbado en la cama y respiraba superficialmente. Sus puños estaban apretados y tenía sarpullidos por todo el cuerpo. No se sentía cómodo mientras dormía.
El médico dijo:
—Es la primera vez que vemos una afección de este tipo. No estábamos seguros de la evolución del síntoma. Todo lo que podemos hacer es estabilizar su estado.
Doria miró fijamente a su hijo y murmuró:
—¿Dices que lo que ha pasado hoy puede volver a pasar en el futuro?
El médico asintió:
—Sí, y si no pudiéramos encontrar el origen de su estado a tiempo. Podría empeorar.
Las rodillas de Doria se sintieron débiles. Casi se cae al suelo.
Édgar se abrazó a su hombro y la apoyó. Miró al médico y le preguntó:
—¿Qué podría causar su estado?
—Tendremos que hablar con el especialista antes de darle una respuesta. Le responderemos a más tardar mañana por la mañana.
—Muy bien.
—Tengo que irme ahora. Por favor, obsérvalo esta noche. Llámenos si hay algún cambio.
Édgar ayudó a Doria a sentarse en el sofá apoyándola en el hombro cuando el médico se fue. Luego, le dijo:
—Quédate aquí. Volveré pronto.
Doria cogió la mano de Édgar y preguntó con amargura:
—No es un accidente, ¿verdad?
Doria llevó a su hijo a una revisión corporal unos días antes, y el médico le dijo que este era un niño sano.
El niño era un poco más débil y de crecimiento más lento en comparación con los otros niños debido al parto prematuro.copy right hot novel pub