Antes, Doria pensaba que no tenía ninguna pista sobre este asunto. Tampoco sabía por qué Freya había acudido a ella.
Pero ahora, la palabra Ciudad Norte era suficiente para tensar sus nervios.
Muchos asuntos sobre Ciudad Norte seguían sin resolverse, y no habían descubierto al principal culpable.
En este punto tan delicado, Freya acudió de repente a ella. Además, fue una vez cliente de Alba y parecía tener alguna relación con Ciudad Norte.
Doria se preguntó qué persona estaba manipulando esto detrás de la escena.
Ciudad Norte y Ciudad Sur parecían tener innumerables vínculos, pero debido a la muerte de Agustina, no sabían por dónde debían empezar la investigación.
Cuando Agustina se suicidó, Édgar le tapó los ojos a Doria, pero ella seguía imaginando la escena.
La expresión de Agustina debía ser distorsionada y feroz en ese momento, y debía haber un rastro de odio en su expresión.
Después de la muerte de Agustina, todo avanzaba en la dirección que ella esperaba.
Parecía haber un distanciamiento intangible entre Israel y Édgar. No podían tocarlo ni eliminarlo. Tal vez con el paso del tiempo, el distanciamiento se convertiría gradualmente en una sospecha mutua. Al final, sólo quedaría el odio acumulado.
El bebé estaba enfermo, había muchas conspiraciones en Ciudad Norte y la familia Curbelo tenía muchos conflictos domésticos. Todo parecía no estar relacionado, pero al final estaban vinculados.
Parecía una venganza largamente planeada.
Sentada en el coche y mirando a lo lejos, Doria se perdió en sus pensamientos.
Después de un largo rato, volvió a la realidad, sacó su teléfono y marcó un número.
La llamada fue contestada en un minuto y sonó una voz femenina:
—¿Hola?
—Hola, Freya, este es el Estudio Estrella.
Freya dijo con una sonrisa:
—Oh, usted es la Sra. Aparicio. ¿Qué pasa?
Doria respondió:
—Siento no poder aceptar su pedido de personalización.
—¿Por qué?
—Por algunas razones personales. El depósito será devuelto a su cuenta antes de las 18:00 horas de hoy.
Tras terminar las palabras, Doria terminó directamente la llamada.
***
Cuando Doria volvió a su estudio, ya era mediodía.
En el estudio, Ning parecía una empleada real con un traje de trabajo. Atendía a los clientes con cuidado, como una verdadera cajera. En comparación con su comportamiento rígido y antinatural de ayer, su actuación de hoy era mucho mejor.
Doria curvó los labios en una sonrisa al ver esta escena.copy right hot novel pub