Al notar la herida en la cara de Ning, Doria le dijo:
—Ve al salón a cambiarte de ropa. Te llevaré al hospital para que te revisen.
Ning negó con la cabeza:
—No hace falta. Mi tío me llevó a ver a un médico en el camino de vuelta. Es sólo que mi piel se raspó. No habrá ningún problema.
—De acuerdo. Ve a cambiarte de ropa.
Cuando Ning entró en el salón, Doria salió del estudio, preparándose para ir a la farmacia a comprar algunos desinfectantes.
Rafaela decidió salir con ella.
Doria estaba despistado en el camino.
Rafaela preguntó en voz baja:
—Doria , ¿qué te pasa?
Doria hizo una pausa y luego se recompuso:
—Nada.
—¿Estás pensando en el tío de Ning? También me pareció raro. Apareció de la nada. ¿Qué quiere hacer? ¿Qué piensas de él?
Doria soltó un largo suspiro y luego dijo:
—Dijo que había venido a Ciudad Sur al enterarse de lo ocurrido en Ciudad Norte hace varios días, lo que significa que su objetivo es Édgar.
—Oh, no había pensado en esto —dijo Rafaela.
—Ciudad Norte está ahora en un estado de desorden. Creo que todos los miembros de la familia Curbelo son raros. Pero se fue de Ciudad Norte hace diez años, así que no estoy seguro de ello.
Doria hizo una pausa repentina y luego añadió:
—Rafaela, espera un momento. Primero haré una llamada.
Rafaela asintió con la cabeza:
—De acuerdo.
Doria sacó su teléfono, se dirigió al borde de la carretera y llamó a Alvaro.
Sólo cuando el tono de llamada estaba a punto de terminar, Alvaro respondió a la llamada.
Doria preguntó:
—¿Está ocupado ahora?
—No está tan ocupado. Vamos a grabar un vídeo y puedes echar un vistazo a tu hijo.
—No te molestes. Esta no es la razón por la que te llamo.
—Entonces...
Doria continuó:
—Quiero hacerte una pregunta. ¿Conoces a César Curbelo, el tío segundo de Ning?
Alvaro permaneció en silencio durante un largo rato. Tal vez porque nunca esperó escuchar ese nombre de Doria.
Alvaro respondió entonces:
—Lo conozco. ¿Qué pasó?
—Ning me dijo que había muerto hace diez años, pero ahora aparece en Ciudad Sur.
A continuación, Doria narró de forma concisa lo sucedido hoy.
Al otro lado del teléfono, Alvaro estaba un poco estupefacto. Preguntó asombrado:
—Espera, ¿quieres decir que César sigue vivo. ¿Vino a Ciudad Sur y casualmente se encontró con Ning?
Doria respondió:
—Es cierto. Así que quiero preguntarte sobre la información de César.
—En realidad, tampoco tengo muy clara su información. También he oído que ha muerto.copy right hot novel pub