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Mi pretendiente es mi EX-MARIDO

Capítulo 13: Eres un animal protegido nacional de la primera clase

Doria pensó que se refería a la firma del contrato con la editorial de Joyería SG,—Como puedes ver, también soy una profesional decente, ¿y no puedo volver a mi antiguo trabajo?

Él con una voz profundo, —¿Quién te preguntó eso?

Doria no le comprendió, —¿Entonces de que estás preguntando?

—Tú lo dijiste...

Édgar quiso hablar, Doria se sintió sensación de náuseas y se cubrió la boca rápidamente, pero sonido de las arcadas provenía de sus dedos.

Doria alzó su otra mano y lo empujó hacia atrás, le dijo con dificultad, —Gerente Édgar, por favor, manténgase un poco alejado de mí. Me siento un poco mal.

Édgar la miró con un mirada frío, —sigues actuando.

No pienses que él no sabe que ella está tratando de escapar mediante esto.

—Te diste cuenta, Gerente Édgar que diablo quieres preguntar, si no me lo vas a decir iré un rato al baño.

Desde anteayer, sus náuseas matutinas han sido un poco fuertes, y acaba de tener arcadas varias veces, y realmente va a vomitar

Édgar agarró la muñeca de Doria y con una voz medio templando le dijo, —¿Qué paso con tu primer amor?

Doria se quedó atónita por unos segundos, probablemente no pensó en que le preguntaría sobre esto.

—Pues solo fue...El primer amor —cuando Doria terminó de decir esto, levantó la cabeza, le miró fijamente y le dijo con seriedad, —Gerente Édgar, usted no debe venir aquí para culparme, ¿no cree que sería raro de hablar sobre esto de nuevo en base a nuestra relación actual?

Édgar frunció las cejas, agarró su muñeca con más fuerza —¿Qué relación estamos ahora?

—Estamos en una relación de saca una cita para el divorcio.

—Doria, no desafíes mi limite una y otra vez.

Doria no comprende, ella sólo le estaba esperando con toda la tranquilidad para que él tenga tiempo libre e irá para divorciarse, y cómo se convirtió en que ella está desafiando a su límite.

Cuando ella a punto de querer preguntar, de nuevamente se sintió esa sensación de molestia, sin embargo, Édgar no le quería soltar la mano.

A toda prisa, Doria tomó un tacho de basura, se agachó y vomitó.

A pesar de la rapidez de Édgar se soltó su mano, inevitablemente su manga se manchó algunas gotas.

Édgar se puso una cara negra en un instante, apretó los dientes y dijo, —¡Doria!

Después de vomitar, Doria tomó el agua y enjuagó la boca, luego le sonrió en un tono de disculpa, —lo siento, no puedo evitarlo.

Édgar quitó su abrigo y lo tiro a un lado, abrió la ventana tratando de difundir el olor en la habitación.

—Gerente Édgar, si no tiene nada más que decir, ya me tengo que ir.copy right hot novel pub

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