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Mi pretendiente es mi EX-MARIDO

Capítulo 29: Gerente Édgar es muy optimista sobre señorita Doria.

Le rogaba que él no volviera a extender la mano de amor a la editorial de Joyería SG en ese momento tan crítico.

Después de escucharlo, Édgar Santángel miró a Doria Aparicio, —¿Dónde te sientes mal? Voy a llamar al médico.

Doria dijo, —Ja, ja, ja. Lo fingí.

Édgar, —…

Claudia Freixa, —…

David Laguna, —…

Parecía que Édgar no quería dejarla en paz, agarró su delgada muñeca blanca para arrastrarla al salón de descanso al lado.

David se sorprendió, —¿Qué está pasando?

La sonrisa de Claudia se volvió cada vez más rígida, —Es…por relación emocional.

En el salón de descanso, Doria sacó la mano con fuerza, —No te preocupes, Gerente Édgar, te pagaré el dinero que te debo cuando termine el espectáculo. No tardaré ni un minuto.

Por eso, a él no le hacía falta ir detrás del escenario para recordarla cuando era la pausa.

¿Por qué antes no descubrió que este hombre era tan tacaño?

Acordaron que era un mes. Él la apresuraba como si tuviera un reloj.

—Yo no… —Édgar detuvo, sus hermosas cejas se fruncieron, v¿Por qué tienes el dinero?

—Sea como sea, no robé, no engañé a nadie. Me lo gané por mi propia habilidad.

Al verla tan arrogante, Édgar se enfadó y se burló, —Si eres tan capaz de ganar dinero, ¿para qué me obligaste a casarme contigo?

Doria frunció la comisura de la boca y dijo, —Lo siento.

Al ver su rostro un poco más pálido que antes, Édgar estaba un poco molesto, —¿Dónde te sientes mal?

—No pasa nada —Doria dijo a la ligera, —Tal vez porque nunca he estado en la pasarela y estoy un poco nerviosa. Cuando me pongo nerviosa, siento náuseas. Estaré bien en un rato.

Después de decirlo, ella prometió, —Pero, no te preocupes, Gerente Édgar. Eso no me afectará pagándote.

Édgar ignoró directamente su última frase, —¿Quién te dejó ir a la pasarela?

—Hubo un incidente. Una modelo fue al hospital. Tengo que reemplazarla.

—¿Qué tiene que ver contigo si a ellos les faltan modelos? Solo eres diseñadora.

Doria sonrió un poco, —Es verdad. Solo soy diseñadora, no soy como tan implacable como tú.

Édgar se quedó en silencio durante dos segundos, —Parece que de hecho estás fingiendo.

—Eres tan energética. No veo que te sientas muy mal.

—Tienes buena vista. Otra vez te diste cuenta.copy right hot novel pub

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