Además de evaluar la perspicacia del diseñador, también se examinaba su capacidad de observación y de captación de pequeños detalles.
Esto también mostraba que podían proporcionar una mejor plataforma tras el concurso.
Doria miró a su alrededor, pero cuando retiró la mirada, se encontró con un par de ojos tranquilos.
Ella susurró,
—¿Por qué estás aquí?
Édgar puso su brazo en el asiento detrás de ella y arqueó las cejas diciendo,
—El Grupo Santángel es el organizador de este concurso, ¿no te lo dije?
Doria lo miró con una sonrisa falsa y dijo,
—Puede ser que al señor Édgar se lo hubiera olvidado entre tantas cosas pendientes que tiene.
«¡El gilipollas lo hizo aposta!».
En este momento, la voz del responsable sonó nuevamente desde el escenario.
Habían cambiado repentinamente las reglas e invitaron a varias señoritas aristócratas de la Ciudad Sur, cuyas evaluaciones contarían el diez por ciento del total de la puntuación del concurso.
Estas señoritas aristócratas habían crecido jugando con joyas y eran más estrictas en este tema.
Doria miró siguiendo la visión del responsable y una sonrisa apareció en su rostro.
«Está bien».
Incluso había comenzado a sospechar que se había añadido intencionalmente esta nueva regla para estorbarla, porque vio a Briana y Mónica Alcocer entre las pocas señoritas.
Dios le abrió una ventana a Doria y bloqueó todos los conductos de ventilación.
Sería maravilloso y emocionante.
Édgar siguió su mirada y, sabiendo lo que le preocupaba, dijo a la ligera,
—Tu trabajo ha sido aprobado por el anfitrión, de lo contrario, no te enviarán una carta de invitación. Aunque te dieran puntuaciones bajas malintencionadamente, el impacto será pequeño. Es más, estoy yo.
Doria seguía sonriendo y dijo,
—Señor Édgar, ¿por qué piensas que me puntuarían malintencionadamente?
Édgar dijo a la ligera,
—Quizás tengan celos de tu belleza.
Doria se quedó sin voz.
«¡El gilipollas sí que sabe buscarse excusas!».
La ronda preliminar sería en dos días y el tema se publicaría en la siguiente noche.
Después de anunciar las reglas, había un pequeño cóctel en el que muchos diseñadores estaban ocupados saludando a los jueces y estableciendo relaciones.
Estos jueces eran personas prestigiosas en la industria de la joyería, aunque no se ganara el concurso, era bueno poder conocerlos.copy right hot novel pub