Tan pronto como Doria regresó a la tienda, recibió un correo electrónico del anfitrión, diciendo que había recibido su trabajo y que espere atentamente al resultado de la selección.
Pareció que ella había acertado, Doria colgó el teléfono y exhaló. Por fin podía relajarse unos días.
Al rato, alguien llamó a la puerta y Claudia asomó la cabeza,
—Doria, ¿estás ocupada?
—No, ¿qué pasa?
Claudia cerró la puerta y entró,
—Como llevamos mucho tiempo sin hacer reuniones externas en equipo, estamos hablando de salir esta semana a hacer barbacoa. ¿Qué te parece?
Doria asintió de inmediato,
—Genial.
—Entonces, voy a organizarlo —Claudia se acercó y susurró—. En esta reunión, se puede traer a la pareja. No digas que no te he avisado, que si no vas a tener que ver a todos mostrando cariño con su pareja.
Doria se quedó atónita, agarró a Claudia por su prenda y preguntó,
—¿Tú también vas a llevar una pareja?
Claudia se rio y arqueó las cejas,
—Claro, recientemente conocí a un chico guapetón en Internet, su voz es agradable y me envió fotos de sus músculos abdominales. Voy a aprovechar esta oportunidad para invitarlo y conocerlo.
—... No te dejes engañar.
—No te preocupes. En todo caso, yo sería más capaz de engañarlo. Además, nos vemos en nada y si la quedada fuera exitosa, ¡ya no sería soltera!
Doria se mostró rígida ante las ilusiones de Claudia y dijo,
—No lo veo muy fiable, debes tener cuidado.
Claudia le dio unas palmaditas en el hombro y dijo,
—Lo sé. ¿Y tú, traes a tu señor Édgar?
Al escuchar “tu señor Édgar”, la cara de Doria se puso roja involuntariamente y dijo avergonzada,
—Es una reunión tan agradable, para qué… ¿Par qué lo llevo? Si viene, lo destruye todo.copy right hot novel pub