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Mi pretendiente es mi EX-MARIDO

Capítulo 45: Dame un beso antes de irte

Pronto, esos dos entraron en una tienda de lujo, la chica estaba eligiendo un vestido y un bolso mientras el chico sostenía su teléfono a un lado para los mensajes.

Doria se escondió frente a la puerta, el ángulo era suficiente para ver claramente la cara del chico.

Apretó los dientes, ¡Fue Carmelo!

Dentro del tienda de lujo.

Alana le llevó una bolsa a Carmelo, —Cariño, me gusta mucho esto, ¿Me lo comprarás?

La dependienta dijo al lado, —Señora su gusto es muy bueno, este bolso es nuevo de temporada, sólo hay dos en Ciudad S, están todos en nuestra tienda.

Después de escuchar lo que dijo el empleado, Alana le gustó aún más, abrazando el brazo de Carmelo y actuando como una broma, —Entonces, ¿de acuerdo?

Carmelo le pellizcó la nariz cariñosamente, —Bien, bien, te lo compraré.

Al decir esto, sacó su tarjeta y le dijo al dependiente, —¿Tiene dos pares? Me llevaré el otro también.

La dependienta sonrió y cogió la tarjeta, —Bien, por favor, espere un momento.

Sin embargo, la mujer que estaba sonriendo hace un momento, se molestó al instante y soltó el brazo de Carmelo y dijo enfadada —Cada vez que me comprabas algo, se lo a ella también, y si no la dejarás, no te gusto más.

Carmelo le pasó el brazo por el hombro, —Está bien, nena, no se enfade conmigo, este mes pasaré mi tiempo libre contigo, así que debería compensarla a ella. Siéntete libre de elegir lo que más te guste de la tienda, sólo lo compraré para ti, no para ella esta vez.

Alana le señaló con el dedo el pecho, —De acuerdo.

Los dos salieron de la tienda de lujo y abandonaron el centro comercial.

Carmelo metió la caja bellamente envuelta en el coche y volvió a pasar el brazo por el hombro de Alana mientras se dirigían al hotel situado junto al centro comercial.

Durante todo el camino, Doria les siguió en silencio.

Descubrió que la pareja estaba tan absorta en su amor que ninguno de los dos se fijó en ella.

Cuando llegaron al hotel, aprovechando que había mucha gente en el ascensor, Doria también los siguió y se colocó en un rincón.

Cuando salieron del ascensor, ella también bajó y caminó lentamente detrás.

Carmelo pareció darse cuenta de algo y miró hacia atrás, y en el momento en que se volvió, Doria se agachó en el marco de la puerta a su lado.

Pero no se dio cuenta de que la puerta no estaba cerrada y la puerta se abrió enseguida con un ligero golpe de ella.

Doria esperaba que se cayera o se golpeara fuertemente contra la pared.

En cambio, cayó en un cálido abrazo.

Doria levantó la vista y se encontró con los ojos del hombre.copy right hot novel pub

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