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Mi pretendiente es mi EX-MARIDO

Capítulo 78: ¡Definitivamente acabaría con ella!

Cuando Abraham se iba, miró a Édgar durante un rato, no estaba seguro de si ya sabía que Doria estaba embarazada.

—Señor Abraham.

Le detuvo Édgar con voz débil, —No quiero que vuelva a pasar lo de hoy.

Abraham detuvo sus pasos, pensó unos segundos antes de preguntar, —¿Lo dices porque estás preocupado por Aitana?

En vez de responder, Édgar preguntó, —Al fin y al cabo es mi prima, ¿acaso no debería?

—Pues eso es realmente inesperado. Aunque no eres un buen esposo, al menos eres un buen primo.

La expresión de Édgar se cambió gradualmente y lo miró con frialdad.

Abraham asintió levemente y se volvió para irse.

Édgar volvió la cabeza y vio a Aitana parada en no muy lejos. Saúl y Agustina estaban sentados en el sofá con cara de disgustados.

Ese incidente debería haber sido culpa de Abraham. No obstante, después armar jaleos, Aitana no pudo presentar ninguna evidencia. Por lo que al final parecía que la familia Santángel estaba siendo irrazonable.

Saúl dijo con severidad, —Aitana, cuéntame todo desde el principio. ¿Realmente es Abraham el que se niega a admitirlo, o eres tú quien está armando jaleos irracionalmente?

—Yo…

Como Édgar estaba justo allí, Aitana no se atrevía a ser presuntuosa. Afortunadamente, Israel habló y la rescató, —Aitana es joven y da demasiada consideración a los sentimientos. Algunos malentendidos son inevitables. Por suerte, las cosas se han explicado claramente, y los de la familia Valerio tampoco han puesto más pegas.

Con eso, Israel volvió a decirle a Aitana, —Aitana, no puedes comportarte así la próxima vez. Tú y el señor Abraham sois adultos. Si quieres tener una relación a largas con él, entonces es mejor que resuelvas cualquier conflicto por vuestra cuenta y en privado. No vuelvas a romper la armonía de las dos familias.

Aitana bajó la cabeza con agravio, —Vale.

Dado que Israel había dicho tanto, Saúl ya no podía echar su ira. Como solo pudo contener su ira, subió las escaleras con su bastón después de hacer un resoplido frío.

Después de su partida, Agustina también se levantó. Echó un vistazo a Aitana primero y luego a Édgar antes de irse pensativamente.

Israel dijo, —Aitana, llévame de regreso a la habitación.

Aitana sintió que era su salvación, así que respondió rápidamente, y empujó la silla de ruedas de Israel hasta el ascensor.

Pero se acababa de relajarse cuando se encontró con Édgar en el camino de regreso a su habitación.

—Édgar...

Édgar tenía una mano en el bolsillo de su pantalón, su expresión no mostraba ninguna calidez, —Ven conmigo.copy right hot novel pub

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