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NADIE COMO TÚ

Capítulo 150: La crisis de la familia Pinto

La expresión de Ramón se puso seria. Colgó la llamada como si hubiera perdido el alma.

Vicky se le acercó y le preguntó:

—¿Qué pasó? No te ves muy bien.

Ramón fingió estar tranquilo, pero parecía estar ocultando algo. Vicky comenzó a entrar en pánico.

Ramón explicó:

—El gran negocio de la empresa de la familia Pinto fue de repente investigado por la autoridad. No sé quién lo hizo. Tal vez se congele todo el capital de la empresa.

¡La noticia era como el fin del mundo! El rostro de Vicky se quedó muy pálido en un instante. Ella no podía creerse que fuera cierto.

Ella dijo temblando:

—Me estás mintiendo, ¿sí? ¡Ramón, habla! ¡Abra tu puta boca! Esto no es cierto, esto no es cierto...

El rostro de Ramón estaba tan triste:

—¡Es verdad! ¡La empresa de la familia Pinto está llegando a su fin!

Las expresiones de Diana y Vicky cambiaron de repente.

La empresa de la familia Pinto invirtió mucho en este negocio y también pidió préstamo al banco. ¡Si los fondos estaban congelados, significaba que el negocio colapsaría y la familia Pinto estaría en la crisis de bancarrota!

Diana estaba demasiado ansiosa que no podía preocuparse por sus modales. Ella se veía muy nerviosa. No fue fácil para ella recuperar a Vicente. ¡Ahora la familia Pinto estaba en crisis!

«¿Qué pensará Vicente? ¿Se casará con una mujer sin dinero como yo?»

Corrió hacia Vicente y le suplicó:

—Vicente, ¿qué debemos hacer? ¿Qué debo hacer? ¡Ayuda a mi padre a encontrar una solución! ¡No puede haber ningún fallo en este negocio, o nuestra familia terminará acabada!

A Vicky también le entró el pánico.

«¡Los fondos están congelados! ¡Dios mío! ¿Voy a ser pobre?»

Si su gloria y riqueza desaparecieran, ¡no querría vivir más!

Vicky lo regañó y le interrogó a Ramón:

—Ramón, ¿qué te pasa? ¿Cómo puedes dejar que investiguen la empresa? ¿Has ofendido a alguien? ¿O te ha engañado un mentiroso? ¿Por qué mi vida es tan miserable? Me casé tantos años contigo, no es fácil llegar a la era de la felicidad. Ahora la empresa se ha congelado y tiene muchas deudas con el banco. ¡No podemos saldar las deudas por el resto de nuestra vida!

Dicho esto, Vicky rompió a llorar.

Diana se apresuró a consolarla y se le cayeron las lágrimas, también.

Vicente frunció el ceño:

—Ramón, Vicky, no os preocupéis. Lo averiguaré y os ayudaré. No os preocupéis demasiado. Lo más importante es prestar atención a vuestra salud.copy right hot novel pub

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