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NADIE COMO TÚ

Capítulo 156: Los recuerdos de la infancia

En el momento en que salió de la villa de la familia Pinto, Valeria tuvo de repente una sensación perdida.

«¿Es una ruptura con ellos para siempre ...? »

«A partir de ahora, ya no debo a Ramón, ni a la familia Pinto, y lo que me han hecho ya no importa. A partir de ahora, solo me queda mi madre. Oh, y también Aitor.»

Pensando en esto, Valeria se sintió más segura, como si volviera a estar llena de fuerza y energía.

Después de salir de la mansión de la familia Pinto, Aitor llevó a Valeria al coche e pidió que Jacobo los llevara a casa.

En el camino, Valeria estaba perdida en sus pensamientos o tenía la cabeza inclinada pensando, con los ojos sonrojados.

Aitor sentía que debía dejar que Valeria descargara sus frustraciones.

«Está demasiado cansada, tantos sucesos desagradables del pasado, hoy le vinieron a la vez, ella no se puede cargar tanto. Ante las humillaciones de la familia Pinto, mi pobre Valeria debe de estar muy triste ahora.»

Aitor la tomó en sus brazos y le consoló:

—Si quieres llorar, hazlo, está bien.

Apoyada en el cálido y amplio pecho de Aitor Cabrera ahora, Valeria parecía encontrar una calefacción, y ya no tenía miedo de la indiferencia y la actitud fría de los demás.

Valeria cayó en sus brazos y sollozó, liberando todos los agravios que había sentido desde su infancia hasta el presente. Frente a su esposo, ya no necesitaba fingir ser fuerte, simplemente lloró para desahogar todas sus tristezas.

Después de tantos años, Valeria podía por fin romper con la familia Pinto. Después de tantas burlas humillantes y palabras malsonantes durante tantos años, Valeria ya no podía más con ellos.

Pero ahora, ¡podía finalmente liberarse de la familia Pinto!

Valeria parecía mucho más aliviada después de llorar un buen rato, resultó que la carga que había llevado durante tantos años era muy pesada sobre sus hombros.

Aitor abrazaba tranquilamente a Valeria sin decir nada.

Cuando Valeria se calmó un poco, Aitor le preguntó:

—¿Te sientes mejor ahora?

Valeria le asintió con la cabeza.

—¿Estás dispuesto a hablarme de tu pasado ahora? Estoy preparado para escuchar tu pasado, también quiero que puedas dejar el pasado pesado.

Aitor la besó suavemente en la mejilla.copy right hot novel pub

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