La voz baja de Aitor sonó aún más intimidante. Sus ojos estaban llenos de una mirada agresiva.
Diana se quedó un poco descolocada, pero tuvo que volver a dirigir su ira hacia Valeria para no perder la cara, diciendo:
—Valeria, ¿Crees que ha terminado todo sólo porque has roto la relación entre la familia Pinto y tú? Eres la hija de Ramón Pinto, ¡y no vas a salirte con la tuya en esta vida!
Volvió la cabeza hacia Aitor y continuó:
—Señor Aitor, hoy he venido a ver a mi hermana porque he oído que está embarazada.
Pensó que esta explicación haría que Aitor se sintiera menos hostil hacia ella, pero para su sorpresa, Aitor se limitó a hacer una mueca y a decir:
—Diana, no te adelantes. Me has salvado la vida, no la de Valeria, y puedo pagarte, pero no le pongas las cosas difíciles a Valeria.
La voz de Aitor era clara y aterradora.
Diana se asustó un poco, pero pronto volvió a sonreír y dijo:
—Señor Aitor, no olvide quién fue el que te salvó en primer lugar. ¿Realmente me estás cuestionando ahora?
Diana se sentó confiadamente en el sofá con el pecho apretado.
«Aitor debe recordar mi "amabilidad" con él, entonces aguantará lo que yo estoy haciendo.»
Así que continuó:
—¿No quieres devolver tu amabilidad? ¿No dijiste que érais uno y que os enfrentaríais a todo juntos? ¿Qué? ¿Ahora quieres retractarte de tus palabras? He venido a veros, soy una invitada, ¿qué hay de malo en pedirle a tu mujer que me sirva una taza de té? ¿Estar embarazada le hace noble? ¿No es todavía una hija de pu...?
—Diana.
Antes de que Diana pudiera terminar su frase, Aitor habló de repente con voz fría, interrumpiéndola.
Ella se congeló y miró a Aitor, sólo para encontrar los ojos fríos y aterradores de la otra.
—Fuera —Obviamente, Aitor no se molestó en decir una palabra más a Diana, sólo escupió tres palabras con frialdad.
Diana estaba completamente congelada.
—Aitor ¿qué quieres decir? —Se puso en pie— ¿Tratas así esto a tu salvadora?
—No importa que seas o no mi salvadora —volvió a interrumpir Aitor a Diana—, mientras hayas ofendido a Valeria, no te perdonaré.
Aitor habló en voz baja, su fría mirada se posó en Diana, que se sentía como si estuviera en un sótano, mientras su corazón se llenaba de sobresalto.
Tenía la impresión de que Aitor era un hombre de gran afecto y rectitud, y era por ello que había esperado utilizar la «mano» de Aitor para abofetear a Valeria.
Pero ahora parecía que...copy right hot novel pub