Aitor ya se estaba marchando, pero al escuchar la voz de Valeria, detuvo la silla de ruedas. Giró levemente la cabeza y la vio corriendo hacia él.
—Estos son los quinientos euros que te debo —Valeria se paró frente a Aitor y le entregó un sobre amarillo.
El matrimonio fue tan repentino que Valeria casi se olvidó de que había venido para devolverle el dinero.
Al mirar el sobre y la cara seria de Valeria, Aitor se quedó un poco estupefacto y se rio.
Valeria se sorprendió.
Se habían visto dos veces y fue la primera vez que vio a Aitor sonreír.
Aitor era muy guapo, con rasgos faciales muy marcados y una expresión siempre indiferente. Pero en ese momento, su cara se suavizó y Valeria se quedó embobada.
—¿Te acuerdas de esto? —preguntó Aitor, tenía un tono más avivado—. No te hace falta.
—Tengo que devolver lo que debo —insistió Valeria y acercó más el sobre.
Aitor no la cogió pero la miró fijamente.
Valeria estaba un poco sonrojada por la mirada. Unas gotas de sudor se deslizaban por sus mejillas tiernas y delicadas mientras su flequillo estaba un poco desordenado por el sudor.
De repente, Aitor sintió el impulso de peinarle.
Pero fue solo por un momento y rápidamente volvió a su cara de póquer.
—Somos un matrimonio, no hace falta ser tan distante —Aitor no le dio a Valeria la oportunidad de hablar, y se marchó.
—Espera... —Valeria quería detener a Aitor, pero él se fue sin mirar hacia atrás.copy right hot novel pub