Valeria no recordó cómo llamó al uber para volver a la casa de Aitor.
En el camino, no paraba de resonar en su mente las palabras de Rosa.
Él había vuelto.
¿Por qué regresó?
Se había ido sin ni siquiera despedirse en aquel año. ¿Por qué regresó ahora?
Valeria estaba muy aturdida y no volvió en sí hasta que entró en casa y vio a Aitor.
—Qué pronto has vuelto hoy —dijo sorprendida Valeria.
—Sí —respondió Aitor.
En ese momento, Valeria vio a Sebastián y a Estela salir con maletas.
—Estela, Sebastián, ¿qué estáis haciendo?
—Señora Valeria, nuestro hijo se casa mañana y vamos a asistir a su boda —contestó amablemente Sebastián.
—Felicitaciones entonces —dijo Valeria—. ¿Cuánto dura la boda?
—Solo es un banquete en la ciudad S, volveremos mañana por la noche —Estela sonrió. Cuando vio a Aitor, dijo con preocupación—. Pero el señorito Aitor...
Valeria sabía que Estela estaba preocupada por Aitor.
—Sí — dijo Sebastián—. Señorito Aitor, mejor llamamos a algunas personas de la familia para que vengan a ayudar. O si no…
—No hace falta —interrumpió Aitor a Sebastián. Tenía un tono calmado pero irrefutable.
—Si no hay nadie en casa, ¿quién le preparará el desayuno? —Estela estaba un poco ansiosa.
Valeria se sentía un poco incómoda, también.
Se notaba que eran ricos, ¿hacía falta llamar a alguien especialmente para que prepare el desayuno?
Al mismo tiempo notó que Sebastián y Estela trataban a Aitor del señorito. Entonces, lógicamente, debería haber un señor Cabrera.
Además mencionaron la familia.copy right hot novel pub