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NADIE COMO TÚ

Capítulo 263: Visitante inesperada

Escuchando su entorno ahora mismo era ruidoso y le pareció oír la voz de Sabela. Sacudiendo enérgicamente la cabeza, Valeria se advirtió mentalmente que no debía pensar demasiado en ello.

Al ver el teléfono colgado, Aitor sintió que Valeria sonaba extraña al otro lado de la línea.

No podía estar ocultando algo a él, ¿verdad?

—Aitor —la voz de Sabela a su lado interrumpió sus pensamientos—. Iré a la fiesta de celebración en tu coche más tarde, hoy no he venido en coche.

Como la colección de joyas diseñada en esta ocasión fue tan popular nada más lanzarse y el lanzamiento tuvo bastante éxito, el Grupo Lustre ofreció al equipo de diseño una fiesta de celebración en un hotel de cinco estrellas.

Pero Aitor no tenía intención de ir a la fiesta de celebración posterior:

—Tengo algunos asuntos que atender en la oficina más tarde. Puedes ir en su coche.

—De acuerdo entonces —Sabela se sintió un poco decepcionada al escuchar que Aitor no iba, pero no quería que Aitor pensara que ella era delicada—. Entonces cuídate en el camino.

—Bueno —respondiendo a Sabela, Aitor saludó a los demás antes de volver a la oficina.

—Sr. Aitor, el señor Vicente le espera en su despacho —cuando llegó a la oficina, la secretaria de la puerta se levantó e informó a Aitor.

—Ya lo veo —Aitor estaba un poco desconcertado en su mente, no entendía por qué Vicente había venido a verle; sabía que el sobrino se llevaba bien con él.

Vicente estaba sentado en el sofá del despacho de Aitor esperando a que volviera, hoy había venido a ver a Aitor para hablarle de Valeria.

Después de que el vídeo de Valeria y Sabela en la cafetería se publicara en Internet, Aitor decidió confiar en Sabela, por eso él pensaba que tal vez Aitor todavía estaba enamorado de Sabela, después de todo, a Aitor le había gustado mucho.

Ahora que vio que a Valeria le había pasado algo tan grave y que Aitor no estaba allí con ella, Vicente estaba aún más seguro de que Aitor ya no amaba a Valeria. Como Aitor tenía a otra persona en mente, ya no debería molestar más a Valeria.

En cuanto Aitor entró en la oficina, vio a Vicente sumido en sus pensamientos, con una mirada seria. Sin prestarle demasiada atención, Aitor se quitó la chaqueta y la colgó en una percha lateral antes de sentarse en su escritorio y preguntó:

—¿Qué quieres de mí?

—Ya que no amas a Valeria, déjala ir —Vicente levantó la vista y le dijo directamente a Aitor.

Aitor miró peligrosamente a Vicente, con la voz helada.

—¿Qué has dicho?

Vicente se encontró con la mirada de Aitor:

—¿No es una muestra evidente que ella esté en el hospital y tú puedas sentarte aquí tranquilamente? Aitor, ya que tú...copy right hot novel pub

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