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NADIE COMO TÚ

Capítulo 275: La crisis de la empresa

Toda la empresa parecía estar en vilo, sin el habitual estilo de trabajo serio, y los empleados estaban todos reunidos discutiendo. Especialmente cuando vieron a Aitor venir, en lugar de contenerse, se puso más emocionado más.

—¿Qué está pasando? —preguntó Aitor a Jacobo con el ceño fruncido.

—Señor Aitor, la filtración de la información de los clientes del Grupo Lustre se ha hecho viral en internet y ahora está en todas las noticias en las redes y en los periódicos, y todos nuestros empleados deben saberlo. Ahora todos están preocupados por el futuro de la empresa y no tienen ganas de trabajar.

Al principio, Jacobo trató de ocultarlo al personal. Pero la noticia se extendió tan rápido que la mayor parte del personal se enteró antes de que él tuviera tiempo de hacer algo al respecto.

—¿No han tomado medidas los de la Junta Directiva? —Aitor estaba un poco molesto de que nadie se hubiera presentado para tomar el control de la situación en este momento.

Jacobo volvió, lleno de impotencia:

—Los directivos se pelean en la sala de juntas. Cuando el personal de abajo vio que los directores discuten, se frustan más y se rumorea que el Grupo Lustre quebraría pronto y que mucha gente se preparaba para irse.

—¡Tonterías! —dijo Aitor acelerando el paso.

Mientras esperaba el ascensor, Aitor vio que el personal susurraba en su dirección. Tras pensarlo un momento, Aitor se giró y se dirigió a la zona de trabajo del personal.

—Señor Aitor, los directivos todavía le están esperando —sin saber qué pretendía Aitor, Jacobo se apresuró a seguirle.

—Entonces que esperen, ahora tráeme un micrófono —con estas palabras, Aitor se alejó a grandes zancadas hacia la zona del trabajo de los empleados

—Sí —comprendiendo el significado de Aitor, Jacobo fue inmediatamente a cumplir la orden.

Al ver que el presidente se dirigía hacia ellos, todos que habían estado haciendo mucho ruido se callaron por un momento.

Caminando hacia el centro de la zona, Aitor dijo en voz alta:

—Vamos a sentarnos todos en nuestros respectivos asientos y a escuchar lo que tengo que decirles en esta ocasión.

La reputación de Aitor solía ser muy alta entre los empeandos, y cuando le oyeron decir esto, todos obedecieron y se dirigieron a sus respectivos puestos de trabajo.

Para entonces Jacobo llegó de vuelta y le entregó a Aitor un micrófono.

Tras encender el micrófono, la voz de Aitor resonó en toda la zona del trabajo.copy right hot novel pub

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