-¡Rosaría! -
Mateo nunca había pensado que Rosaría tendría tal cambio de ánimo. Muy asustado, rápidamente pellizcó su cara, pero ella aún no reaccionó.
Mateo entró en pánico al instante.
Llamó a un médico. La examinó y dijo que su ánimo había fluctuado tanto que le había provocado un shock, y que ahora ya se encontraba bien. Pero Mateo todavía tenía miedo.
En el pasado, la había tratado aún peor que hoy, y nunca había visto su colapso anímico. Ahora, ¿qué la había pasado exactamente?
-Doctor, ¿tiene ella otros problemas físicos? -
Mateo estaba realmente preocupado.
El médico sacudió la cabeza y dijo -Su salud física no se encuentra buena. Descubro que probablemente no se recuperó bien después de dar la luz, y su cuerpo tiene muchos problemas ocultos. Necesita tomar medidas a recuperar su salud paso a paso -
Al escuchar las palabras del médico, Mateo frunció el ceño ligeramente.
-¿Es grave? -preguntó.
-Muchas dolencias de las mujeres tienen que ser curadas poco a poco con cuidado -respondió el médico.
-Entendido. Examínala lo más detalladamente posible -
Mateo salió al terminar de hablar.
Tenía ganas de fumar.
Parecía que desde que se había encontrado con Rosaría, su adicción al tabaco se volvía más y más fuerte.
Mateo puso un cigarrillo en su mano y jugó girándolo.
Cuando se despertó Rosaría, Mateo ya se había ido. Lanzó un suspiro de alivio y al mismo tiempo pensó en Eduardo.
-Lidia, ¿dónde está Eduardo? -
Llamó a Lidia instantáneamente.
-Fue recogido por el asistente de Mateo. Dijo que Adriano quería verlo. ¿Qué pasa? -dijo Lidia.
Se sintió deprimida Rosaría al instante.
Al parecer Mateo había dicho la verdad.
-Nada, sólo pregunto -
Rosaría colgó el teléfono.
No podía dejar que Lidia se involucrara de nuevo.
-¡Mateo! ¿Dónde estás? -
Ansiosamente fue a buscarlo, pero no se encontraba su rastro en la habitación.
Se apresuró a levantarse de la cama y salió de la habitación saltando.
Justo cuando Mateo terminó la llamada con el personal superior de la compañía, vio a Rosaría salir saltando como una coneja preocupada.
Se apresuró Mateo a caminar hacia ella.
-¿Por qué sales? Estás herida -
Sin esperar a que ella reaccionara, la levantó directamente en sus brazos y la llevó a la habitación.
Miró a Mateo, deseaba poder matarlo, pero él todavía tenía a Eduardo, no podía actuar imprudentemente.
Al principio ella no había pensado en llevar a cabo el primer plan, pero se le obligada ponerlo en marcha por lo que le había hecho.
Pensando en esto, Rosaría se apretó los dientes -Si accedo a ser tu mujer, dejarás a Eduardo, ¿no? -
El cuerpo se le detuvo a Mateo por un segundo.
Esta no era la respuesta que quería él.
Solo quería que ella le contara toda la verdad y la identidad de Eduardo. ¿Pero por qué prefería ser su amante con disgusto que reconocer que Eduardo era su hijo?
¿Le parecía tan inconfidente a ella?
¿Estaba tan reacia a dejarle saber de la existencia de Eduardo?
¿Por qué?
Mateo miró a Rosaría y sintió que ya no podía saber el pensamiento de esta mujer.
Rosaría no esquivó la mirada y la enfrentó directamente.copy right hot novel pub