Eduardo temblaba por el frío, pero estaba inmóvil esperando.
No sabía quién lo había secuestrado, ¿era feroz o no? ni sabía dónde estaba. Solo podía cerrar los ojos y fingir estar mareado.
Pasando el tiempo, nadie entró. Eduardo, que tenía frío y hambre, no pudo evitar quedarse dormido de nuevo.
El tiempo de espera también fue un suplicio para Rosaría y Mateo.
Mientras estaban ocupados en investigación, esperaban la llamada de los secuestradores. Esperaban que fuera solo un simple secuestro por rescate. No obstante, el teléfono no sonaba toda la noche, ni recibían nada noticias nuevas. La investigación también no había ningún avance. Sin embargo, la Familia Nieto nunca relajaba la vigilancia contra Estela y su mamá, Cecilia. Desafortunadamente, no salieron. No había ninguna pista.
La inquietud de Rosaría llegó al punto máximo.
-No, no puedo esperar más. ¡Tengo que buscarlo por mí misma, hasta todas las esquinas! -
Rosaría salía corriendo como una loca.
No se durmió toda la noche. Tenía los ojos escarlatas, y el rostro terriblemente pálido.
Mateo la abrazó en seguida.
-¡Rosaría, es inútil una búsqueda sin pista! -
-Aun así, tengo que salir a buscar a Eduardo. Mateo, no fuera una madre, ni sabes cómo me siento ahora mismo. Para el nacimiento de Eduardo, sufrí lo que no podía pensar. Él es mi vida. Aunque no podré encontrarlo yo misma, al menos estaré en el camino. Lo sentí por él si solo me quedo esperando en casa. Si a Eduardo realmente le pasara algo mal, me moriría -
Rosaría colapsó por completo.
Habían pasado una noche y una tarde, más de doce horas, pero seguían no recibir nada noticia sobre Eduardo. De hecho, Rosaría y Mateo sabían muy claramente a qué significaba esto.
La posibilidad de encontrar a Eduardo se redujo en gran medida.
Si Eduardo ya estaba fuera de la ciudad H, ¿a dónde iría a encontrar a su hijo en un mundo tan inmenso?
Había cinco años sin verlo. Ahora su hijo desapareció justamente ante su nariz. Mateo se sintió muy doloroso, y se sintió aún más culpable al ver que Rosaría estaba tan triste.
-¡Me voy contigo! -
La decisión de Mateo sorprendió a Mariano.
-¡Señor Mateo, no! Usted es la gente más importante de la ciudad H. Si lo busca personalmente, ¡toda la ciudad estará en caos! -
-No me importa nada, ahora no soy el presidente del grupo Nieto, ni la gente poderosa de esta ciudad. ¡Solo soy un padre! ¡Un padre que perdió a su hijo y sólo quiere encontrar a su hijo! Notifica a todos los medios la desaparición de Eduardo y su identidad. Envía la foto de Eduardo a todo el mundo e indique que quien proporcione informaciones y pistas, la Familia Nieto le ofrecerá alta recompensa. Por el contrario, si uno hace daño a la persona de la Familia Nieto, incluso me costará toda la riqueza, ¡me vengaré! -
Mateo tomó tal decisión.
Originalmente, quería reconocer a Eduardo y lo llevar a casa como miembro de la Familia Nieto después de llevarse bien poco a poco con él. Pero ahora, la situación estaba más allá de su control.copy right hot novel pub