La rama del árbol al lado de casa chocó contra su ventana debido a un brusco soplido del viento, eso hizo que se despertara de pronto sentándose en su cama.
Tomó su cabeza y metió los dedos de sus manos entre sus rizos castaños, mirando a su alrededor, intentando explicar de dónde provino el sonido.
Acarició el lomo de su mascota mientras continuaba mirando, Hipo también se despertó con el ruido, así que no estaba loca.
La rama no tardó en chocar contra la ventana de nuevo, al fin, pudo ver la proveniencia del sonido. Suspiró y negó con su cabeza, debía haberlo imaginado.
¿Por qué no lo pensó?
Echó su colcha de lado para salir así de la cama, colocó sus pantuflas antes de poner sus pies en el suelo. Fue hasta la ventana y corrió la cortina para luego abrirla de par en par. Eso despejó totalmente su vista, al contemplarlo todo, sintió que se descompensaría. Típico sentimiento al ver algo que realmente nos decepciona y pasa a doler; en el patio amplio de su casa todo estaba siendo preparado para una boda al aire libre.
No podía creer que enserio estuviera pasando, pensó que tarde o temprano él se arrepentiría, soñaba con el momento en que recordaba lo que era correcto y regresara por ella; pero no sería así, de todos modos, él se casaría con su peor enemiga.
Caminó lentamente en retroceso, intentando convencerse así misma de que no sentía nada por él, de que no le dolía tanto como su corazón le apretaba.
Él jamás la elegiría a ella, no era más que un beneficio de desechó al encontrar algo mejor. Quizá, habría aceptado cualquier otra chica.
¿Por qué tenía que ser ella? ¿Por qué la dejaba por Kenia cuando ella les hizo tanto daño?
Hipo ladró, sacándola de la concentración en la que se hallaba. Volteó a mirarlo intentando saber por qué lo había hecho; no había nada fuera de lo normal.
Giró sobre su lugar para luego caminar hasta el pie de una estantería, volvió a ladrar mientras con su hocico señalaba algo. Paola caminó hasta allí y tomó lo que él señalaba, miró la fotografía, estaba junto a Jay e Hipo en el muelle.
¿Por qué parecía que él siempre quería llevarla a Jay y alejarla de Andy?
Fue amiga de Andy mucho más tiempo, nacieron y crecieron juntos como hermanos.
¿Qué era lo que no sabía de él como para que Hipo no lo quisiera?
Jay en cambio aun resultaba ser una sorpresa para ella, lo conocía; pero no como a Andy, siempre la cuidaba, la protegía, le daba el amor y la comprensión que nunca nadie le dio; no obstante, jamás llegaría a amarlo con la misma intensidad que él la amaba a ella, o la manera en la que ella amó a Andy alguna vez.
¿Por qué era tan difícil quererlo cuando él era el que la mantenía a salvo?
Amaba estar con él, era lo único de sentido que tenía en el pueblo además de su pequeño Hipo. Quería amarlo como se merecía, dedicaría el resto de su vida a ello, lo había decidido, no se quedaría mirando a la nada mientras Andy se casaba con el enemigo y sus padres la despreciaban.
No tenía razones para quedarse, ya no había nada allí que la atara, se iría sin volver a ver atrás, se iría con Jay.
―Hipo, empaca tus cosas, tu y yo nos marcharemos en cuanto esa boda empiece, nos iremos para siempre ―dijo acariciando la cabeza de su canino.
Ella sonrió para luego correr hacía el baño, se dio una ducha rápida y volvió a salir envuelta en una toalla.
Se metió a su armario y escaló un par de divisiones dónde colocaba la ropa para alcanzar las maletas que guardaba en el parte superior. Las tiró al suelo y las abrió, empezando a echar en ella la ropa que más frecuentaba, mientras se vestía entre espacios de selección.
Tomó un pequeño bolso y volvió a la habitación guardando los detalles de valor material o sentimental más importantes.
Se detuvo un momento al tomar la foto se su graduación de secundaria, Andy estaba junto a su lado.copy right hot novel pub