— ¡No! ¿Cómo es posible que ni fotocopiar correctamente seas capaz?
El grito que Nicholas, su muy enojado jefe dio, asustó tanto a la pobre Alicia, que del susto casi pierde el equilibrio tambaleándose sobre sus discretos tacones.
— Señor, pero usted me dijo que… —intentó explicar Alicia.
— ¿Qué te dije? ¿Qué? —alzó la voz amenazante. De paciencia, nada.
— Que, que fotocopiara a doble hoja…
— ¡Sí! ¿Pero te detuviste a revisar que lo estuvieras haciendo bien? ¿Qué mierda voy a hacer con 20 cuadernillos fotocopiados mal? Con la hoja invertida al girar la página…
— No me di cuenta
— No, si de eso no hay duda —ladra al borde del colapso.
— Si me da un poco más de tiempo puedo hacerlos de nuevo –ofrece titubeante.
— ¿Y todo lo que gastaste haciendo mal una simple tarea de asistente?
— Lo…, lo puedo pagar… —ofrece mordiéndose la lengua para no insultarlo.
— NO, ya me harté de tu ineptitud. Recoge tus cosas y has el favor de no volver más.
— Pero fue solo una fotocopia, no es para tanto —protestó con descaro.
— Si todo lo que te pido lo haces a tu modo “como lo hacías en tu otro trabajo” entonces no quiero saber qué harías después
— No es justo, señor Allen —alzó la voz molesta.
— No es justo que me toquen asistentes incompetentes. Largo de mi vista.
— ¿Está hablando en serio? ¿Me despide por un estúpido informe mal fotocopiado?
— Con esa actitud no te quiero cerca de mí. La cuestión es que si solo hubieras vuelto a fotocopiar el “estúpido” informe en vez de continuar y anillarlo, tal vez no me hubiese enfadado, pero desde el inicio estas con esa actitud de “ya sé lo que hay que hacer, he sido asistente antes”, no haces caso, se te olvidan las cosas, eres torpe como una piedra y ya me harté de ti
— ¿Y me despide así sin más? ¿Con ese insignificante motivo?
— Es increíble lo TONTA que llegas a ser, agarra tus cosas y FUERA DE MI VISTA.
— ¡Bien! Me voy, no soporto a los prepotentes como tú —alza la voz con desprecio.
— Mucho cuidado con lo que dices, mira que para encontrar un trabajo hacen falta referencias del anterior, y hasta el momento me importa bien poco lo que pase contigo.
— No se atrevería
— Provócame y verás.
Él es Nicholas Allen, y está al mando de la empresa de su abuelo Jonathan Allen. El dueño y fundador de “IMPERIO CO.copy right hot novel pub