Mientras Iliana dormía y aparentaba estar cansada por el parto, para que no se les hiciera extraño al resto de las personas. Aker y los demás cuidaban al bebé, sin embargo, el rey amaba cargar a su pequeño y tenerlo solo para él.
-No me importa lo que cueste, pero te voy a proteger y no dejaré que Evil se acerque a ti- el rey besó la cabeza del bebé Adam, estando en la habitación de la reina pensando que ella estaba dormida, aunque en realidad ella solo tenía los ojos cerrados, escuchando los latidos de su bebé.
-No prometas algo que no podrás cumplir del todo- Iliana se enderezó, el rey se volteó asustado.
-Yo…-
-No importa, tráelo para que le dé de comer- la reina le extendió una mano y él le entregó al pequeño Adam con dificultad, pues tenía poco que lo tenía en brazos -¿Qué no piensas voltearte?-
-Por favor, dime qué no he conocido de tu cuerpo- ella se molestó, Mina se recostó en las piernas de Iliana.
-Voltéate- dijo ella en tono de exigencia; Lena tocó la puerta y entró a la habitación, miró a ambos y notó una gran tensión en el ambiente, así que solo dejó los vasos con sangre en una mesita sin decir nada; Aker finalmente se volteó. Al terminar de darle de comer al bebé ella miró al pequeño un instante, Mina todo el tiempo vigilaba al bebé, sentía que ese era su deber, custodiarlo hasta que dejara de ser tan frágil. Estuvieron bastante tiempo en silencio.
-¿Por qué sigues aquí?- dijo la reina ocultando su nostalgia y sin mirar al rey Aker.
-Sabía que ya iba a nacer el bebé y quería firmar un acuerdo contigo-
-Me entendiste mal, me refiero a aquí...en mi habitación- dijo molesta, ella solo hacía la observación porque se sentía incomoda y le dolía el corazón.
-No podría dejarlos, no soy tan fuerte- ella lo miró con dulzura pero él no notó el gesto pues tenía la mirada puesta en el piso. Continuaron callados hasta la hora de la comida, después de eso el abuelo Filip entró a la habitación, Aker estaba totalmente dormido en el sillón, pues se había quedado despierto toda la noche velando el sueño tanto de Iliana como de su hijo.
-Hola- dijo él con suavidad.
-Abuelo Filip- ella le contestó mientras acomodaba mejor a su niño, también estaba durmiendo.
-Veo que al fin se durmió- miró al rey Aker.
-¿Al fin?- él asintió.copy right hot novel pub