Desperté, no sabía en donde estaba ni que había pasado, mucho menos tenía una noción del tiempo; observé lo que estaba a mi alrededor y noté que me encontraba en mi cama, cerca de ella estaban hablando personas, ¡claro es mi cumpleaños!, a menos de que ya se haya acabado el día, también recuerdo que regrese, ¡Jenny!. Me levanté bruscamente, ¡oh! Mi cabeza me duele ¿Por qué me duele?, entonces vinieron a mi mente fragmentos de lo que había pasado, de lo que había visto, seguía teniendo mucha hambre, es cierto debo comer.

-A un lado, ella debe comer- la reina Marianne se puso en posición de ataque; todos me miraron, estaba Einar, Evan y la reina, los miré muy confundida, pues a pesar de toda el hambre que aun tenía ese golpe me regresó a la realidad.

-¿Dónde...?-

-Debes beber esto- la reina Marianne me dio una copa de vino, llena de este; yo lo tomé y sentí que mi hambre se saciaba, aun así, quería más.

-¿Puede servirme un poco más?-

-No, es todo lo que puedes beber por ahora-

-Entonces me gustaría comer algo, sigo teniendo demasiada hambre- Evan se acercó a mí.

-¿Por qué no me dejo hablar con usted?- me tomó de las manos, inconscientemente hizo el gesto de querer quitarlas o que algo le molestaba, pero no las quitó del todo.

-Quería que habláramos mientras bailábamos en la noche antes de terminar mi cumpleaños- yo miré la copa, no pude evitarlo, quería más, sabía que no era vino, solo se parecia, era un poco más espeso, olía delicioso.

-Le dije que era importante-

-Sabía en mi interior que eso tan importante no iba a querer saberlo, díganme que aun no ha terminado mi cumpleaños-

-Quedan un par de horas- dijo Evan.

-Si no les molesta quisiera ver a Jenny- los tres hicieron señas de que saliera.

-Debes comer antes de que hables con Evan, lo necesitaras- la reina Marianne me susurró al oído, ella no nos siguió, fuimos hasta la enfermería, no me permitía generar ninguna duda respeto a lo que había pasado antes, no quería; cuando llegamos ahí Jenny estaba sentada en la camilla, yo corrí a abrazarla, noté que tenía el brazo vendado.

-¿Estás bien?- le dije a Jenny

-No tiene de que preocuparse, y a juzgar por sus acciones Evan y usted no han hablado- yo solo bajé la cabeza y traté de sonreír.

-Vayamos a comer pastel-

-De acuerdo- con ayuda de Einar llevamos a Jenny al comedor, ya estaba el pastel y los bocadillos ahí, también estaba sentada la reina Marianne.copy right hot novel pub