-Espero nos veamos pronto reina- besó mi mano y ambos se marcaron, al parecer la reina Marianne aun no ha recibido mi carta, no dijo ni una palabra al respecto; yo los seguí con la mirada y vi que el duque no le besó la mano a la reina Marianne, más bien le susurró algo al oído que no pude distinguir con exactitud que palabras eran, ella le dio algo, parecía un papel arrancado, ¿serán amantes? ¡En que estoy pensando! Debería enfocarme en pensar sobre otras cosas, y no especular así sobre la reina Marianne. Evan se retiró un momento a hablar con algunos reyes, a lo poco que pude escuchar fue respecto a mi futuro esposo.

-Wirmount, esperaba con ansias verte- el rey Kevin, sabía que algo tramaba, apuesto lo que sea a que estaba esperando el momento exacto en el que me quedara sola, también estoy segura de que no se ha acercado solo a saludar y que vino con malas intenciones.

-Rey Kevin es un placer Verlo- creo que se me escapó el sarcasmo.

-Al parecer no arruinaste la coronación, pero ¿tu reino seguirá en pie después de unos años con tu gobierno?- sus palabras me hervían la sangre, más en el tono en que lo estaba diciendo.

-Por supuesto, si la reina Marianne mantiene a flote un reino tan grande como el suyo y totalmente sola, yo también puedo-

-Tener su apoyo te ha dado confianza, pero una reina con un hijo bastardo, muchos rumores por detrás, un amante y problemas económicos solo sería otro ejemplo de que los reinos necesitan un rey- esta vez no pude contener mis palabras, sentía como comenzaba a transformarme, así que me volteé y tomé aire, traté de calmarme tanto como pude ¿Cómo se atreve a hablar así de una mujer?...

-Es demasiado repulsivo que ataque a una mujer que ha hecho mucho por su reino, más de lo que usted podrá hacer en dos vidas- lo ultimo lo pensé y cuando me di cuenta lo había dicho en voz alta.

-Eres solo una niña demasiado inestable, deberías poner atención en lo que diré y tenerlo presente siempre- sus labios estaban justo frente a mi oído sentí su respiración, eso me desagradó demasiado.

-Aun que cambies de corona nunca dejaras de ser solo una princesa- después soltó una carcajada, éramos solo nosotros los que seguíamos en el salón donde nos reunimos –créeme si fuera tu padre yo no estaría orgulloso de ti- mis ojos se llenaron de lagrimas, me quedé sin aliento, estaba inmóvil, cuando salió del salón suspiré y me aguanté el llanto, me acerqué a Evan sin que notara que estaba a punto de llorar y le dije que saldría primero; cuando salí trate de correr a la salida, estábamos en una mansión, para mí era totalmente desconocida, me topé con un jardín que parecía laberinto pero no lo era, ya no aguanté más y me tiré en el piso, no dejaba de llorar, pero no emitía sonido alguno, lloraba en silencio, para que nadie pudiese escucharme.

-No llores- escuche la voz de un chico, yo levanté la cabeza y no lo vi por ningún lado, no podía transformarme para buscarlo, él podría verme.

-No es tan sencillo como decirlo- le contesté aun

buscando donde se encontraba.

-Estoy del otro lado del jardín, por si me estabas buscando; este muro de árboles no te dejará verme- me recargué en los árboles, esa voz me resultó muy conocida –disculpa, me refería a que no deberías llorar, no creo que valga la pena ¿Qué te paso?- me pareció muy entrometido de su parte, pero no podría contarle lo que me había pasado ni a Evan ni a Jenny, no quería preocuparlos.

-Me hirieron mucho las palabras de alguien, todo lo que dijo fue con esa intención-

-Entonces tenía razón, no valía la pena que lloraras, nadie así merece tus lagrimas- esa forma de hablar, me resulta muy conocida, solo que no logro recordar quién es, hay tantos aromas alrededor, de las personas, que me resultaba difícil saber si estaba hablando con un vampiro o con un humano.copy right hot novel pub