Después de la visita del príncipe Aker y la reina Marianne, noté que entre la correspondencia estaba la invitación a la boda del rey Montecarlo, era una hermosa carta, de papel grueso, con diseños rosas y hortensias del miso color. Pasaron las dos semanas anteriores a la boda y aun no sabía que me pondría, Einar me iba a acompañar, pues Evan temía que Jenny la pasara mal en su ausencia, ya con casi siete meses de embarazo yo también me quedaría con ella, pero debo asistir, es mí ¿deber? Me parece que sí.

Tomé una decisión y me llevé el vestido azul con bordados y hombros descubiertos; la joyería hacia juego con mi vestido, lo hacían resaltar, además de unos guantes blancos, me gustaba mucho ponerme guantes cada que salia. Desde muy temprano Einar y yo nos fuimos en carruaje hacia el reino Hydrangea.

-Me siento abochornado con este espantoso conjunto- yo comencé a reír.

-Einar arrugaras la ropa, deja de tirar de ella-

-No puedo evitarlo, es menos incomoda mi armadura-

-No podías asistir a una boda con armadura-

-¿Y con mi ropa de siempre?-

-Tampoco, menos si estas acompañando a una reina-

-¿Por qué no lleva de acompañante al príncipe del violín?-

-Se llama Fredrick y prefiero verte sufrir- ambos nos reímos, y continuamos con la charla durante todo el camino, al llegar hicimos fila para pasar a un gran salón, debíamos entregar la invitación. Al entrar había varias hileras de asientos, Einar y yo elegimos una de las que estaban adelante, pero después de la familia; esperando a que iniciara la ceremonia el príncipe Frederick se sentó a lado mío.

-Reina - dijo susurrando y besándome la mano.

-Príncipe- conteste en el mismo volumen.

Todos nos levantamos al ver que llegaba el rey Montecarlo, inmediatamente nos sentamos; pasaron más de diez minutos y la princesa aun no había entrado, todos se miraban, era peor que si estuviesen susurrando; entonces vi entrar al príncipe Aker, se le veía un tanto molesto; inmediatamente la pianista comenzó a tocar la Marcha Nupcial, todos nos levantamos, al posar la vista en la puerta principal vi a la princesa Margaret, su cara estaba cubierta por el velo, su vestido blanco liso de mangas largas se le veía hermoso, tenía un ramo de hortensias blancas, una corona plateada; pude ver cómo le temblaban las manos, hasta acá pude percibir su rabia, a través del velo pude ver su sonrisa, pues su labial era color rojo, yo conozco esa sonrisa, es de miedo disfrazado, de tristeza, enojo; miré a Aker y él la estaba mirando, parecía estarla tranquilizando; así comenzó la ceremonia.

-Es tan triste- dijo el príncipe Frederick acercándose más a mí.

-¿Qué cosa?- le susurre.

-Que una mujer tan joven y bella deba casarse con un hombre así-

-Claro- en la ceremonia veía la espalda de Aker y de la reina Marianne, imagino que debía estarla pasando mal, al igual que la novia.

-¿Recibió mi carta?- en ese momento Einar se tapó la boca evitando soltar una carcajada, yo le di un codazo.

-Por supuesto, me puso los pelos de punta-

-En un mal sentido- Einar lo dijo tan bajo a modo que solo yo escuchara, se me escapó una sonrisa.

-Me gustaría presentarle a mis hermanas cuando estemos en la fiesta-

-Para mi seria un placer- tomé a Einar del brazo.

La ceremonia terminó como lo había previsto, dudo que muchas personas estuviesen de acuerdo con este matrimonio, sus sonrisas y aplausos no escondían sus miradas llenas de desdén; el rey y la ahora reina salieron antes que todos, por consiguiente los invitados fuimos saliendo poco a poco, subimos a los carruajes y nos dirigimos su castillo.copy right hot novel pub