-Ten, esto es tuyo- me dio un puñado de plumas que sacó de su bolsa del pantalón.

-¿Gracias?-

-Espera no deben vernos juntos- se quedó pensativo un momento –no sé en qué parte del castillo estén ¿tú si?-

-Puedo ver de noche, no tengo rayos x- el príncipe Aker rió.

-Bueno entraremos sigilosamente por otro lado- el príncipe nos dejó cerca de una puerta trasera, abrió forzando la cerradura; entramos sin que nadie nos viera, después de subir las escaleras escuchamos murmullos.

-¿Qué hacen ustedes aquí?- nos dijo un guardia que se encontró cara a cara con nosotros.

-Fui a buscarla porque tardó mucho en el baño- el príncipe me señaló.

-El baño queda del otro lado- nos dijo dudando de nuestra explicación.

-Me perdí y él me ayudó a encontrar el camino- seguía sin creernos.

-¡Iliana estaba tan preocupado! ¿Dónde te habías metido?- el príncipe Frederick apareció inesperadamente.

-Majestad- el guardia se inclinó, el príncipe Frederick le hizo señas de que se marchara.

-En el baño- dije un poco apenada

-¿Qué te pasó en el cabello?-

-Con tanto ajetreo me quedó así y fui al baño para arreglarlo, aun que no pude hacer mucho-

-Ven te llevaré a tu habitación-

-Espera primero debo ver si Einar está bien- oh es cierto, el debe seguir molesto conmigo, eso me recuerda lo que me dijo, lo había olvidado por completo ¿realmente le gusto o solo lo dijo por lo que sucedió? Einar no es de las personas que suele mentir para convencer a una persona, si realmente es cierto ¡Ouuuu! ¿Qué voy a hacer? ¿Qué debo decirle? Esto definitivamente no me lo esperaba.

-Te ves muy preocupada, te llevaré con él- no ¡Frederick! Ahora no sé qué excusa poner.

-Aguarda, ya lo vi y parece estar bien, me siento muy cansada- traté de sonreír con dulzura, vi desde lejos a Einar, estaba hablando con la reina Marianne y con el príncipe Felipe, me sentía muy cansada mentalmente como para hablar con ellos, ya sabía que me dirían algo por lo que pasó, después de todo, lo que sucedió antes fue completamente mi culpa, pero no por eso me arrepiento de lo que hice o dejaría de hacerlo.

-De acuerdo- nos fuimos a dicha habitación, ya estaban ahí mis cosas –si necesitas algo no dudes en mandarme a llamar-

-Gracias Frederick- él me besó la mejilla y yo sonreí, eso solo me sonrojó, pero no me emocionó. Apenas toqué la cama y me perdí, no desperté ni una vez en la madrugada.

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