-¡Desempate!- gritó Jenny cargando al bebé; volvimos a jugar y esta vez ganó la reina Marianne, pero le di batalla; fue un momento muy divertido, seguimos jugando juegos de mesa y platicando.

-Te traje un regalo- me dijo la reina Marianne, me dió una caja y el príncipe Aker se contuvo la risa, yo recordé la vez que el príncipe Frederick me regaló el pequeño grifo de agua.

-Muchas gracias-

-Vamos ábrelo- me dijo la reina.

-Sí, queremos saber qué es- Jenny se acercó a nosotras; abrí la caja de regalo y era un collar hermoso, de jades, con un par de aretes.

-¡Oh me encanta! Muchas gracias majestad- ella solo asintió satisfecha.

-Ya sabes, yo siempre te doy algo; no te traje algo tan glamoroso como lo que te dió la reina Marianne, pero sé que te gustará- Einar me dió algo envuelto en un trapo café claro, amarrado con un listón, cuando lo abrí me sorprendí demasiado.

-¿Cómo sabías que los necesitaba? Muchas gracias- abracé a Einar.

-El año pasado fue un trapo para limpiar los pinceles; soy tu guardia personal y casi siempre estoy cerca cuando pintas algo, al ver tus pinceles hace un mes, supe que te hacían falta unos nuevos- sonrió.

-Me encantan- le susurré soltandolo.

-Yo te regalé un hermano por adelantado- me dijo Jenny, yo comencé a reír - ya en serio te hice una lámpara de burbujas, pero está en tu habitación-

-Gracias Jenny-

-Yo te traje algo especial- Evan abrió la puerta del otro extremo del salón, y estaba el abuelo Filip, corrí a abrazarlo.

-Este cumpleaños no me lo perdí, además te traje otro arco y cuerdas para el violín chino, alguien me dijo que lo estás tocando de nuevo-

-Solo fue una vez abuelo Filip, pero muchas gracias- estaba demasiado feliz, fue uno de mis mejores cumpleaños, uno en el que solo me faltaban mis padres, pero no estaba triste porque no estuviesen conmigo en ese momento, más bien estaba feliz porque al menos podía tener a las personas que más quería junto a mí, en mi cumpleaños.

-Yo falto de darte tu regalo- Aker levantó un poco su mano.

-Espero que sea algo tangible- dijo Evan.

-Sí lo es- Aker sacó de su bolsillo un trozo de ate -descubrí que te gustan mucho los dulces y las cosas hechas a mano o algo parecido, no te imaginas lo difícil que fue prepararlo sin que supiera horrible-

-Gracias- yo sonreí, abrí la bolsa de plástico en la que estaba envuelto y lo probé -vaya, sabe muy bien-

-Que bueno que no probaste los primeros- dijo la reina Marianne, todos rieron; nos avisaron que el pastel estaba listo y partimos un poco, comimos pastel de chocolate y nos fuimos a acostar. Parruye un poco por el pueblo antes de irme a dormir, al regresar descanse plácidamente; al otro día la reina Marianne y Aker tuvieron que partir temprano.

-Debo irme en unas horas- dijo el abuelo Filip acercándose al columpio del jardín.

-Gracias por haber venido-

-No me volvería a perder otro de tus cumpleaños-

-Abuelo-

-Sí mi pequeña carrot-

-¿Cómo puede saber una mujer si le gusta a un chico?-

-¿Quieres saber si le gustas a Frederick?-

-A veces dudo que sea totalmente sincero conmigo-

-Esta vez, no estas siendo del todo sincera conmigo, porque sé que hay otra razón por la que me estás preguntando, pero te diré; es más atento contigo que con cualquier persona, le gusta pasar tiempo contigo y hace lo imposible por estar cerca, inventa cualquier pretexto para hablar conmigo, se acordará de todo lo que te gusta y lo que no, se abrirá contigo y querrá saber todo de tí, no perderá ni un detalle de tus expresiones, será un poco torpe y dulce al estar contigo; bueno al menos yo era así con tu abuela-

-¿Y...cómo sé si le gusto al príncipe Aker o solo está siendo bueno conmigo, como un amigo?-

-Solo te diré que debes averiguarlo por ti misma, no hay atajos, o quizá puedes preguntarle directamente, si es que quieres arriesgarte-

-Lo que me dijo también aplica para saber si me gusta alguien ¿no?-

-Exactamente-

-El príncipe Aker me dió un buen consejo, y con esto le diré al príncipe Frederick que no siento nada por él, que no funcionará si tratamos de ser algo más, me dijo que buscará un hombre que me tratara tan bien como lo hace usted y que no buscará menos-

-No es un mal consejo, pero recuerda algunas veces las personas pueden tener fallas y si crees que el príncipe Frederick no es el hombre indicado para ti, está bien, si después crees que te equivocaste no puedes deshacerlo-

-Lo sé-

-Te quiero- me besó la cabeza y se marchó, seguí pensando un poco en lo que me dijo, a veces cuando hablo con él me siento como una niña pequeña escuchando las sabias palabras de su abuelo.

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