Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Princesa Vampiro (Parte 1) / Princesa Vampiro (Parte 2) Con Franqueza

Hasta el mar (PARTE 2)

-Ni siquiera lo pensaste-

-Fueron las primeras personas en las que pensé-

-¿Quieres de fondo un atardecer, una hora x, un amanecer o en la noche?- dije lo último de forma misteriosa.

-Me arriesgo a ser atrapado de noche por un Deus, así que elijo esta misma hora-

-No voy a terminar hoy la pintura-

-¡Vamos! ha terminado pinturas más grandes en un día entero-

-Tú lo has dicho, si me dedico un día entero a la pintura, mínimo dos tardes para terminar esta y hasta eso sí no te mueves tanto tardaré un poco menos-

-¡Ana!- Darek llegó corriendo a abrazarme.

-Amor mío ¿Qué haces aquí?- Evan llegó corriendo detrás de él y jadeando.

-Darek… la princesa...está ocupada- dijo con la respiración entrecortada.

-Creo que alguien estuvo de travieso hoy- miré a Darek sentandolo en en mis piernas.

-¿No le...estorba?-

-Claro que no, siempre es un placer tener a mi niño cerca- Evan tomó aire y comenzó a respirar mejor.

-Es mejor que deje de pintar- lo miré -tengo algo que decirle, dejé mi pincel en una pequeña mesa en donde tenía un trapo y agua -el rey Kevin solicitó verla para hablar sobre su futuro esposo- rompí la paleta de pinturas que tenía en la mano.

-¿Qué?-

-Quiere que se vean después de la próxima junta del consejo- Darek puso su manita en mi brazo, parecía haberse dado cuenta de mi incontenible rabia, yo le sonreí.

-¿Cuándo te dijo eso?-

-Envió una carta-

-Einar tendremos que dejar hasta aquí la pintura por hoy-

-¿Qué?- dijo Einar angustiado.

-No quiero arruinar la pintura y estoy furiosa- Evan cargó a Darek; recogí mis cosas y en la noche salí para despejarme un poco, sabía que está vez no me toparia con Aker así que saqué mi pequeña espada de Serendibita; salí de los límites de mi castillo me encontré unos Deus cerca y los asesiné, no son personas, ellos matan personas, además tenía que sacar mi enojo en algún lado ¿Cómo se atrevía el rey Kevin a enviarme una carta con semejantes palabras? Leí la carta un par de veces después de haber recogido mis cosas y rompí el papel ¿Quién se cree que es como para buscarme un esposo o hablarme sobre el futuro de mi reino? ¿Qué está pensando al sugerir tantas tonterías? ¿Quién cree que soy? ¿Quién se cree que es? ¡No tienen ningún derecho sobre mí! ¡Mucho menos sobre mi pueblo! ¡Ya no lo tolero! ¡Ya no pienso…! Solté el arma al darme cuenta de que estaba en el reino del rey Kevin, ví su castillo, guardé la daga y volé rápidamente a mi reino ¿Qué pensaba hacer? ¿Por qué estaba ahí? Me fui al lago donde mis padres se habían conocido y me senté cerca del agua ¿Qué me estaba pasando? debía de calmarme.

-Pobre niña, pude oler su sed de sangre a grandes distancias y no me refiero a nuestra sed como vampiros- me levanté rápidamente, estaba segura que era Evil, solo que sonaba un poco distinto, su tono de voz era menos amenazante -¿A quién quieres asesinar? Podría hacerte un favor a cambio de otro- me levanté sin contestar mirando a todos lados sin mover la cabeza y tratando de mantener la calma, aunque no quisiera mi corazón latía rápidamente por el miedo.

-¿Qué clase de favor quieres?-

-No necesito nada, pero hay tantas cosas que se me ocurre que puedes hacer, por el simple hecho de que parecen divertidas- era la primera vez que me hablaba así, sentía demasiada franqueza en sus palabras.

-No necesito nada, gracias- me transformé dispuesta a volar inmediatamente.

-Según tú, pero yo te veo carente de todo- hubo un pequeño silencio -habilidad para usar una arma tan peligrosa- escondí la pequeña espada de Serendibita -un rey- su voz se escuchó detrás de mí, voltee y no había nadie -sinceridad- gire 180 grados sin ver a nadie de nuevo -y padres-

-¡Basta! ¡No te tengo miedo!- me puse en modo de ataque, si quería enfrentar mis miedos debía hacerlo uno por uno, con la frente en alto.

-Pues deberías- sus ojos estaban justo frente a los míos, no me di cuenta cuando se acercó a mí, tenía agarrada mi mano con la espada y me cortó una parte en la pierna, fue apenas un roce pero quemaba, hice una burbuja de agua alrededor de mí -¡no entraré! pero no por el hecho de que sea agua, sino porque sé que eres débil y no sería divertido matarte, tu madre y el vampiro híbrido me dieron más batalla, hasta tu padre que era un humano- salió volando, quité la esfera y mi pierna no paraba de sangrar; tomé el arma y me dirigí a mi castillo, ardía demasiado, ni con la sangre se curaba, tuve que vendarme de forma improvisada. Una semana después recibí la respuesta del príncipe Aker.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio