-Disculpe pero no está bien estar tan sonriente en un funeral- escuché la voz de un hombre detrás de mí, la viuda estaba cerca del féretro.

-Príncipe Maveric-

-No sea tan formal, puede decirme solo Maveric-

-¿Quién es el formal aquí?- me reí –perdón- me tapé la boca.

-Sí, no es correcto reírse en un funeral, lo ven mal-

-Perdón solo me siento mal por el príncipe Carlos y su madre- ¿Por qué le dije eso? apenas nos conocemos.

-Lo sé, el rey Kevin fue horrible siendo rey y como persona- suspiró -¿Quiere tomar aire?- me señaló los árboles cercanos a otras tumbas.

-Lo siento, no puedo dejar a la reina sola, por eso estoy aquí-

-Siempre firme y cumpliendo con su deber ¡Que admirable!-

-Basta, a mí también me puedes hablar un poco menos formal-

-Sigue siendo una reina-

-Estamos solos, puedes hablarme con más confianza- le sonreí, me devolvió la sonrisa y ambos volteamos a todos lados esperando que nadie nos haya visto sonreír.

-¿Irá a la próxima junta?-

-Siempre voy a las juntas del consejo- me reí tapándome la boca.

-Sí, lo siento-

-¿Por qué preguntas?-

-Para acompañar de nuevo a mi hermano- en esta charla ahora si sentí que me estaba coqueteando, pero yo trataba de hablar con él como si estuviese con Felipe, no podía confiar tanto en él como si estuviera hablando con Carlos o Einar.

-Dudo que mi prometido nos deje platicar por mucho tiempo- después de eso suspiró derrotado, lo siento, amo a Aker y no debo coquetear con nadie tampoco debo darles entrada.

-Quizá sea bueno que hablemos los tres…siempre he tenido curiosidad ¿Qué es lo que le apasiona hacer?- salvar vidas de vampiros, volar con mis alas de vampiros, controlar el agua y hablar con mi gata…pero no puedo decirle nada de eso.

-Pintar, amo pintar y tocar instrumentos-

-Quisiera ver una pintura suya-

-Cuando quieras eres bienvenido a mi castillo-

-Gracias majestad- escuché a lo lejos que la reina comenzaba a ser testaruda porque no quería soltar el féretro de su esposo.

-Disculpa- él asintió con la cabeza y yo me acerqué a la reina –majestad, debe soltarlo- le dije susurrando –venga conmigo-

-¡No! ¡Lo mataron! ¡Tienen que verlo! ¡Ese maldito lo mató!-

-Majestad trate de no alterarse, hay muchos reyes importantes y no debería comportarse así frente a ellos- de nuevo le dije susurrando.

-¡Ese maldito lo mató! ¡Deben verlo! Me quitó a mi esposo-

-¿Quién le quitó a su esposo?- ahora estaba demasiado curiosa, la alejé del féretro y comenzaron a enterrar la caja.

-Marcus- me dijo al oído, en ese momento se me hizo un nudo en el estomago, sentí tantas ganas de vomitar y todo me daba vueltas, inmediatamente me hizo falta el aire; trataba de respirar hasta que terminara la ceremonia.

-Venga majestad vamos a su habitación, creo que debe descansar-

-Si no lo detenemos nos matará a todos- me decía mientras la llevaba a su habitación.

-Sí majestad, pero nadie me hace caso-

-Nadie va a aceptar que Marcus es una amenaza más grande de lo que parece-

-¿Quiere que le ayude a poner su pijama?- le dije mientras entrabamos a su cuarto.

-Ese monstruo tiene descendencia ¡Debemos pagarle! ¡ojo por ojo!- traté de detenerla mientras intentaba salir.

-Aguarde, debe dormir-

-¡Hay que hacer balas de Serendibita! ¡Matemos a su hijo!-

-Tranquila majestad- si no fuese vampiro la reina ya se me habría escapado…no se había puesto tan pesada antes del velorio.

-Yo lo sé, lo torturaron no te dejes engañar ¡Matemos a ese monstruo chupa sangre!-

-Llamemosle Evil, no le demos un nombre normal a alguien como él- ella gritó y comenzó a llorar.

-¡No lo menciones!- dijo entre llanto, comenzó a alterarse más y si continuaba forzándola terminaría lastimándola.

-¡Rápido traigan al doctor!- grité lo más alto que pude y la dama de compañía de la reina entró y asintió, después se fue corriendo en busca del doctor. Tuvieron que dormir a la reina, después de lo que le dije había enloquecido y me golpeo con su codo más de una vez. Cuando el doctor se marchó Lena llegó porque la mandé a llamar y le pedí que cuidara de la reina mientras despedía a los invitados. Así fue, les agradecí a quienes habían asistido y todos se marcharon, inclusive el príncipe Maveric.

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